Aamon Walton -Editando ©

El comienzo de todo (cap 1)

Capítulo 1
El comienzo de todo.

Leah Luv.

Leah Luv, una joven de apenas dieciocho años y medio, huérfana de padre y madre, solo conoce la compañía de Lucas, su novio, un chico alto y fornido de ojos café y piel morena perfecta de cabello rizado, y de Kiara, su mejor amiga, una hermosa rubia de ojos verdes y figura esbelta.

Podría decirse que es nueva en los asuntos del amor y, por ende, bastante ingenua cuando se trata de eso, dependiendo de cualquier persona que le brinde algo parecido al cariño y que la haga sentir que no está sola.  En su aniversario de un  año de noviazgo con Lucas, se disponía a darle una sorpresa sin esperar que ella sería la sorprendida. Llegó al edificio donde se encontraba su departamento, llevando una enorme caja de color rojo entre sus diminutas manos que temblaban levemente por el frío denso del aire. La noche anterior, había escrito varias notas a mano, expresando lo que sentía por él, y le compró el reloj que tanto Lucas le había dicho que deseaba. Había gastado todo el dinero que ganó en un mes, pero él lo valía, incluso más que eso.  Su rostro no podía esconder su felicidad y emoción, su enorme sonrisa la delataba.

La luna brillaba en lo alto del cielo junto a las miles estrellas que la acompañaban, iluminando el largo camino frente a  Leah mientras caminaba hacia el edificio donde vivía Lucas. Su corazón latía con fuerza, lleno de anticipación por la sorpresa que le tenía preparada. Con cada paso, su mente se llenaba de pensamientos ingeniosos sobre cómo sería la reacción de Lucas al ver su regalo. Frente a la puerta del departamento, estuvo tocando el timbre durante varios minutos, sin embargo, nadie abrió la puerta. "Parece que no hay nadie en casa", pensó Leah. Era algo normal, ya que por su trabajo, Lucas casi nunca estaba en casa, a no ser que fuese su día libre.

Ya que tenía la llave, Leah pensó en entrar por su cuenta y esperar a Lucas dentro del departamento. A él le molestaba que ella hiciera eso, pero por esta ocasión podría soportar su mala actitud. Sostenía la caja que llevaba con una de sus manos  y con la otra mano libre tomó la llave de su bolsillo y la introdujo en la ranura de la puerta, dándole vuelta para abrirla. Al ingresar al interior del departamento, parecía efectivamente vacío. Todo estaba en silenció.

A pesar de que el lugar aparentaba estar vacío, Leah pensó en llamarlo para confirmar que efectivamente no estuviera, pero apenas separar sus labios para llamarlo, ruidos extraños provenientes de la habitación llegaron a sus oídos, dejándola confundida.

Con paso lento, intentando no hacer ruido por si alguien había entrado a la casa, ingreso a la habitación. Al abrir la puerta, todo su cuerpo se paralizó al instante. No podía creer lo que sus ojos le permitían ver, en ese momento prefería que sus pupilas quedarán en blanco para no ver la escena frente a ella, su novio y su mejor amiga. Habían traicionado su confianza en el mismo lugar en que Lucas le había jurado amor eterno. Sintió un extraño ardor en los ojos y su vista se nubló por un segundo. Su corazón latía con fuerza, quería llorar, pero no sé permitiría hacerlo frente a ellos. Sus ojos negros como la oscuridad se cristalizaron y todo quedó en completo silencio. Quería correr, pero extrañamente sus pies no se movían. No podía reaccionar. Lucas y Kiara estaban tan perdidos en su tarea de buscar placer, que no se percataron de la presencia de Leah. Fue solo cuando ella intentó salir de la habitación y sin querer pateó una lata de refresco que estaba en el suelo, lo cual llamó la atención de Lucas y Kiara.

—¡Leah!— exclamó el moreno al darse la vuelta y chocar su vista con la silueta  inmóvil de Leah en mitad de la habitación —Déjame…explicártelo, yo...esto no es lo que parece— añadió en un balbuceó separándose completamente de Kiara.