Epílogo

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Epílogo


El futuro es incierto tanto como la vida misma.

Las estrellas dejaron de brillar por las noches. El infierno había encendido sus llamas nuevamente. Cualquier rastro de ese sentimiento llamado amor se había convertido en polvo, con la partida de la razón para sentirlo.

Todo había perdido el sentido nuevamente; la vida había regresado a la oscura monotonía de siempre. Matar para sobrevivir y no hundirse más en las cálidas llamas del infierno.

Desde la muerte de Leah, la silueta de Aamon permanecía fija en medio del departamento, con la mirada puesta en la puerta de la habitación. Se quedaba de pie en ese lugar, esperando como siempre Leah saliera del lugar con su hermosa sonrisa de siempre. Pero eso nunca volvería a suceder. Esa hermosa sonrisa se había marchado junto con ella.

Se podría decir que Aamon perdió la cordura o lo poco que le quedaba de ella. La imagen de la muerte de Leah no lo dejaba descansar, las ojeras debajo de sus ojos eran enormes y su semblante demacrado.

La culpa y el dolor lo atormentaban. Había perdido la única gota de humanidad que tenía, había perdido en una noche todo lo que poseía, por su culpa. No pudo cumplir ninguna de las promesas que le había hecho a Leah. No pudo protegerla como prometió, no impidió que le hicieran daño, porque él fue quien la lastimó.

— Nunca fui bueno para amarte, Leah, pero fui un maestro al lastimarte.

Cada noche, al intentar cerrar los ojos, las últimas palabras que escucho de Leah se repetían en su mente como una película. Cada frase se hace presente una y otra vez. Leah se ha ido, pero su recuerdo estará presente en Aamon para siempre. No habría un solo día en que la imagen de su hermosa sonrisa no lo atormente. Era el precio que tendría que pagar por haber intentado amar.

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Espero les haya gustado mucho esta historia, y que me acompañen en las siguientes.

Aamon Walton -Editando ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora