Así en la tierra como en el infierno

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Capítulo 29
Así en el tierra como en el infierno

~Tiempo después~

¿Serías capaz de reconocer la mentira si fuera dicha por un perfecto mentiroso?

La azotea en inferno mostraba una vista panorámica de todo el edificio y  cada uno de sus rincones. Todo se podía ver desde arriba. El inmenso y verde bosque hacia frontera con el edificio. Los árboles cubrían parte del lugar, lo que lo hacía indetectable por radares.

El sol estaba a punto de caer; solo se podían ver algunos rayos de luz que atravesaban las nubes. La noche no tardaba en llegar. La brisa movía el cabello de Aamon mientras la mirada de este se clavaba en el horizonte y se deleitaba con la belleza que el cielo le brindaba frente a sus ojos grises que combinaban con las nubes.

La tranquilidad y el silencio fueron interrumpidos por la voz de Liam a espaldas del pelinegro. Todo lo que había pasado tiempo atrás entre ellos había sido olvidado, ningún rencor ni remordimiento. Después de todo, Liam era un padre para Aamon; si no fuera por él, Aamon no estaría donde se encontraba ahora.

—¿Leah aún no sabe lo de sus padres?—preguntó Liam mirando a Aamon.

El pelinegro giró únicamente su cabeza, dejando su cuerpo en el mismo lugar y respondió a la pregunta de Liam.

— Será una sorpresa para ella— dijo, ahora sí girando todo su cuerpo hacia él—. No permitiré que ellos se interpongan en mi camino y en el de Leah.

Liam llevó sus pasos hacia Aamon y se detuvo frente a él. La mirada de Aamon era una que no mostraba hace mucho tiempo. Era una mirada que Liam conocía perfectamente, él mismo había creado esa mirada en Aamon.

—¿Qué piensas hacer?— preguntó Liam nuevamente.

— Ya te lo dije, es una sorpresa.

Dicho esto, el pelinegro abandonó el lugar, dejando solo a Liam. La duda de cuál sería el siguiente movimiento de Aamon seguía en el aire.

[…]

En las profundidades del club “Olethros” se encontraba un lugar oscuro, un sitio en el cual se llevaba a cabo un casino ilegal. La parte principal del club solo funcionaba como una fachada para una de las verdaderas finalidades del club.

El casino clandestino se encontraba ocupado por varias personas. El humo de los cigarrillos que algunos hombre fumaban inundaban el lugar, impregnando el aire con el olor a tabaco. Sobre la mesa de apuestas se encontraban las fichas servidas, y el dinero decoraba la mesa de color verde. Algunas joyas y otros objetos de valor también brillaban sobre ella.

El sitio era iluminado por un enorne candelabro en forma de pulpo gigante. La luz que este desprendia iluminaba casi todo el lugar, salvo por algunas esquinas que quedaban a oscuras. En las cuatros esquinas de la enorme mesa se encontraba un hombre. Alfrjete se encontraba Aamon y a un lado de él, Leah, se encontraba de pie. La castaña llevaba un hermoso vestido de color negro y su cabello estaba peinado hacia atrás, solo dos o tres mechones yacían sobre su frente.

Una de las manos de Amazon se encontraba posada sobre la cintura de Leah, mientras que la otra sostenía sus cartas. La mirada del pelinegro era fría.

— Había pasado un tiempo desde la última vez que jugamos, Aamon— habló un hombre de chaqueta negra y expresión seria. La mirada del sujeto fue desde la silueta de Aamon hacia la de Leah.

Aamon Walton -Editando ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora