Isabella

CAP 67

ISA

Trato de quitar las lágrimas, pero estas no dejan de salir por más que lo intento, así que me aferro con todas las fuerzas que me quedan a mi papi rogando que mi imaginación y anhelos no me está pasando factura. Pero es hasta que escucho nuevamente los gritos de los hermanos que recuerdo por qué estaba huyendo.

-Papi

- Lo sé nena- dice mientras nos acerca más al tronco que nos cubría, me rodea con uno de sus brazos hasta que estoy completamente pegada a él. Siento que saca algo de una de sus bolsas del pantalón y comienza a hablar en voz baja - La he encontrado, rastreen nuestra ubicación- lo escuchó murmurar

- ¿Daddy está aquí?

-Claro que sí bebé, por nada del mundo faltaría a tu búsqueda. Llegará pronto

- papi- llamo su atención - ellos están armados

-lo supuse bebé, pero no te preocupes - dice mostrándome su propia arma, antes de decir algo más el aparato que utilizó antes comienza a vibrar y papi presiona algo en su oído por unos segundos antes de volver a dirigirse a mi -bien, pronto saldremos de aquí, vamos a comenzar a caminar no podemos quedarnos en este lugar ¿de acuerdo ?.

- de acuerdo - asiento separándome un poco de él para comenzar a caminar, pero el rápidamente y sorprendiéndome me toma en brazos y por acto reflejo envuelvo mis brazos y piernas en su cuello y cadera.

- no quiero ni voy a perderte de vista de nuevo- murmura ya que estamos tan cerquita me hace cosquilla cerca de la oreja, comienza a caminar manteniendo una de sus manos sosteniéndome y con la otra manteniendo el arma en alto. Avanzamos un par de metros en completo silencio siendo la luna la única fuete de luz que logra pasar entre la espesura de los árboles.

Papi se detiene cuando se escucha cerca de nosotros el crujir de una rama, el silencio vuelve así que supongo que pudo ser simplemente un animal.

- ¿Podemos hacer galletitas cuando volvamos? – pregunto en voz baja tratando de pasar el tiempo y mantener la mente ocupada de crear terroríficos escenarios.

-claro que sí, nena- responde dejando un cálido beso en mi mejilla

- ¿Y podemos visitar a Emma?

-Ella estará en casa esperándote

-yees-

- por más que me guste verte feliz- papi se detiene y yo me tenso a más no poder - no puedo soportar que sean ellos quienes la provoquen

-Larissa - murmuro girándome un poco entre los brazos de papi para poder verla a unos metros de nosotros, papi hace que esconda mi rostro en el hueco de su cuello e involuntariamente una lagrima rueda por mi mejilla. Sé que esto no terminará bien.

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Larissa

No soporto verlo sostenerla, el odio hacia él solo incrementa, la envidia burbujea al ver como la carga y ella es receptiva a su toque. Intenté lograr eso durante semanas y lo único que recibí fue un frío distanciamiento.

-Ella es mía, mi bebé- hablo comenzando a acercarme más a ellos- no puedes separarla de mí, ya la tuvieron ahora debe estar conmigo.

-Ella ya tiene un hogar con nosotros Larissa, lamento mucho lo que le sucedió a tu hija, pero no puedes tomar a Isabella - me contradice como si le estuviera pidiendo permiso para tenerla y se atreve a mencionar a mi hija.

- ¡NO MENCIONES A MI HIJA! -grito sin pensar

- No puedes tomar a la mía, necesitas ayuda, sé que no quieres lastimarla, pero solo haces que sufra al alejarla de nosotros.