° ¡ "can i kiss you?" ~ Enhypen Jake ✧

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Todo se vuelve borroso cuando las caderas de Jake chocan contra las tuyas bruscamente, eliminando con éxito todo el aire de tus pulmones. Con la cara enterrada en su almohada con aroma a colonia, hace tiempo que perdiste el control de todos los ruidos que salen de tu garganta. Las manos de Jake están agarrando tus caderas con fuerza y eres muy consciente de que vas a despertar con las yemas de los dedos magulladas impresas por toda tu piel quemada.

-Maldita sea, cariño, deja de apretarme así.

Estás demasiado atrapado en la sensación de su polla golpeando tan profundamente dentro de ti y finalmente alcanzando tu clímax como para darte cuenta de que te está diciendo algo. Darse cuenta de que acaba de romper la primera regla de tu trato al llamarte con cualquier tipo de apodo cariñoso. Demasiado íntimo.

Tus piernas comienzan a temblar cuando su mano empuja tu cabeza aún más contra la almohada, amortiguando tus gemidos y llantos con la tela sedosa en un instante.

-Deja de ser tan fuerte -exhala, inclinándose hasta que su cálido aliento roza tu oído.

No puedes hacer mucho más que gimotear en respuesta mientras estiras la mano hacia atrás y empujas sus muslos débilmente, un intento de alejarte de él cuando la sobreestimulación comienza a nublar tu mente.

Tal vez dormir con el hermano de tu mejor amiga mientras ella duerme en la habitación contigua a la de él es una tontería y, sin embargo, a ninguno de los dos les importa mucho en este momento. Lo único que tienes en mente es la dicha de ser partido por la mitad por la polla de Jake.
Te olvidas de la segunda regla del trato que ustedes dos habían hecho después de la primera vez que terminaron teniendo sexo mientras dejabas que sus labios chuparan tu cuello con fuerza, dejando un moretón floreciente justo debajo de tu mandíbula.

No puedes detener el fuerte gemido cuando sus dientes muerden la marca recién impresa y pronto escuchas sus gruñidos bajos cerca de tu oído cuando viene un par de minutos después de ti.

Solo tienes unos segundos para disfrutar de la sensación de su cuerpo desplomándose sobre el tuyo antes de que se ponga de pie y arroje el condón usado a la papelera junto a su desordenado escritorio. Puedes escucharlo deambular por el pequeño baño adjunto a su habitación y giras la cabeza hacia un lado cuando sientes que el colchón se hunde a tu lado nuevamente.

-¿Estás bien? -Jake pregunta con una pequeña sonrisa en sus bonitos labios mientras asientes débilmente.

Coloca sus manos en tus caderas, suavemente esta vez, antes de voltearte sobre tu espalda para poder verte mejor. Después de conocerlo durante tanto tiempo, después de todos los momentos comprometedores en los que casi te hizo babear y olvidarte de tu propio nombre, ya casi no sientes vergüenza por estar cerca de él.
Miras mientras escanea las marcas que ha dejado en tus muslos y caderas con el ceño fruncido. Una pequeña ola de calor corre por tu cuerpo cuando te das cuenta de que realmente se preocupa por ti.

-Está bien -tratas de asegurarle, enviándole una sonrisa cansada.

Sus ojos vuelven a tu cara -¿No fui demasiado rudo?

-No -Sacudes la cabeza, frotándote los ojos con el dorso de la mano. -No duele. No te preocupes.

Se da por vencido con un suspiro y solo entonces saca la toalla húmeda que tomó de su baño hace un par de minutos. Pasa la cálida tela sobre tus muslos y entre ellos, limpiándote tan suavemente como pudo. Sientes que tus párpados se vuelven más pesados con cada golpe suyo, temblando levemente cada vez que sus dedos accidentalmente hacen contacto con tu piel en lugar de la toalla.
Solo vuelves a abrir los ojos cuando lo sientes tirando de las suaves sábanas de tu cuerpo. Gimes y te levantas perezosamente sobre los codos.

-Joder, Jake, tengo que volver -murmuras, inclinándote para recoger tu sudadera del suelo.

Te das la vuelta cuando su mano detiene tus movimientos. -Quédate -suplica y estás demasiado ido para darte cuenta de que acaba de romper la tercera regla.-Te despertaré en la mañana para que puedas regresar. Ella no notará nada, lo prometo.

Ni siquiera intentas pelear, solo te acuestas junto a él sin más objeciones. Estás a punto de acurrucarte contra su pecho cuando sus palabras vuelven a interrumpir el silencio.

-¿Puedo besarte?

Ahora, de repente te sientes más despierto que nunca mientras socava la cuarta regla de tu trato. Tus ojos se abren de golpe, todo el cansancio abandona tu cuerpo de una vez. Miras boquiabierto al hombre que se cierne sobre ti mientras el aire se te queda atascado en la garganta. No hay forma de que él sienta lo mismo, piensas para ti mismo, recordando todo el último año de suspirar unilateralmente por tu amigo con beneficios.

-¿Hablas en serio? -Cuando asiente con la cabeza, dejas que una sonrisa estúpidamente vertiginosa se arrastre por tus labios.

Al notar cómo traga saliva con nerviosismo, sus ojos luchan por descender hasta tus labios, no puedes evitar bromear:

-Maldita sea, Jake, ¿te debo gustar o algo así?

-Ni siquiera sabes cuánto -murmura, pasando el dedo por tu mejilla sonriente -Entonces, ¿qué dices?

En lugar de darle una respuesta adecuada, agarras la parte posterior de su cuello y lo tiras hacia abajo, chocando tus labios. Un gemido bajo escapa de su garganta, el corazón casi saltando de su pecho de felicidad y finalmente haciendo soñar con tus suaves labios en los suyos hechos realidad. El beso es húmedo y descuidado, pero realmente no podría importarte menos. Los dientes de Jake tiran de tu labio inferior mientras se acomoda justo entre tus muslos.
Te alejas de él antes de que los dos se dejen llevar y no puedas pensar con claridad hasta la misma mañana otra vez.

-¿Entonces esto en qué nos convierte? -Preguntas, deslizándote los dedos hasta la línea de su mandíbula.

-Lo que quieras que sea, cariño -murmura, impacientemente presionando sus labios contra los tuyos de nuevo -Solo quiero estar dentro de ti otra vez ya. Mi niña bonita.

Y como ambos están absortos en risas vertiginosas, besos y lujuria de nuevo, ninguno de ustedes está preparado para el regaño que está a punto de recibir en la mañana de parte de tu mejor amiga. Con la almohada tirando con fuerza sobre sus orejas, pone los ojos en blanco, decidiendo que esta vez no lo dejará pasar, no como todas las otras noches durante los últimos cuatro meses en las que los escuchó saltando uno encima del otro como algunos malditos conejitos en el calor.

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Uno corto pq el último de enhypen fue MUY largo. BYEEEE

𝗖𝗢𝗠𝗘 𝟮 𝗠𝗘 ~ ENHYPEN Smut & TXT 𝒔𝒎𝒖𝒕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora