- Gracias- volvió a besar mi mano pero esta vez volvió a mirarme. Nos sonreímos.-
-¿Cuándo empecé a gustarte? -
-¿ Me creería si te digo que fue la primera vez que te vi?-
-Sí, pero Giyu, no querías ni mirarme.-
- Porque estaba avergonzado. Pero te seguí todo el tiempo. -
- Creo que lo recuerdo, siempre estabas un par de pasos por detrás.- me reí al pensar en el pequeño Tomioka- pero eso no cuenta.-
- Hubieron varias ocasiones donde volvía a enamorarme de ti. Aunque intenté salir con otras chicas, siempre hacía algo y yo volvía a caer.-
- No lo hacía a propósito.-
- Lo sé. No te dabas cuenta de mis sentimientos. Pero cuando cumplí dieciocho me viste de otra forma, fue unos segundos, pero me dio esperanzas-
- Fue cuando presentaste el examen. -
Con un movimiento repentino Giyu se sentó a mi lado y me miró con los ojos como platos. intentó hablar un par de veces pero no le salieron las palabras por lo que comenzó a reír.
- Tú...- se tapó antes de acercarse aún más- Tú fuiste consiente de eso... no lo puedo creer...Por Dios, Kocho.-
- Claro que me di cuenta- sentí como el calor se asentaba en mis mejillas y desvié la mirada- ¿Cómo no iba a notarlo? Vos mismo lo sentiste.-
- No lo puedo creer. Me estas diciendo que podríamos... -
Volvió a reír mientras se dejaba caer de espaldas del lado contraria a mí. Me sentí avergonzada mientras lo veía. Después de repetir un par de veces más que no podía creerlo, suspiró y volvió a mirarme. Había hecho ademanes, soltado palabras y carcajadas al azar mientras yo aún me sentía avergonzada.
- Eres todo un caso Kocho Shinobu, y no se que hacer contigo.-
-Podrías empezar creyéndome cando digo que me gustas y que no me arrepiento de ello.- le solté de golpe mientras me ponía aún más colorada, si eso era posible.-
-Ahora te creo. Completamente.-
Se irguió para poder besarme. Fue un beso cálido pero intenso.
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Ya he crecido (Tomioka Giyu x Kochō Shinobu)
FanficShinobu había olvidado que, Giyu, ya no era el niño que había visto por primera vez cuando ella tenía catorce y el nueve. Ahora que él ya había cumplido los veintidós, ella no podía seguir viéndolo como su hermano pequeño, y Giyu tampoco le dejaría...