Una taza de té

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Estaba mirando como nevaba por la ventana mientras Giyu dejó una bandeja sobre la mesa. Vi fascinada todo el ritual del té. Habían dos teteras, una de vidrio que hacia juego con nuestras tazas y la eléctrica, también había un pequeño recipiente de cerámica de donde extrajo una flor seca.

- Es té blanco de jazmín y violeta- dijo mientras dejaba caer la esfera de hojas en el agua.-

La flor se fue abriendo lentamente dándole un sutil tono rosa al agua. Me había quedado absorta mirando como se desplegaba. Giyu se sentó en un sillón frente a mí, la ventana queda justo detrás de él resaltando el color azul de sus ojos y su pelo negro. Después de servirme me acercó la taza y un plato de masas dulces; tomó su taza y cruzo las piernas mientras se inclinaba para apoyar su espalda en el sillón. Era la primera vez que no se sentaba a mi lado, eso debía significar que esta charla era muy importante, pero aún así no pude evitar tener una sensación de incomodidad al no tenerlo cerca, me sentía sola.

Los miramos unos segundos mientras aguantábamos el aire, esperando que alguno de los dos hablara.

-Es hora... - susurre cediendo a la presión del silencio-

-Si...-

- Si... - repetí. Él en ningún momento aparto la mirada de mí-

-Quiero saber que sientes por mí-

No vaciló al hacer la pregunta, fue firme y precisa, pero conocía a Giyu desde hacía mucho tiempo como para no reconocer nuestros gestos. La respiración previa a la pregunta fue demasiado corta, como si se le atorara en el pecho, y había entornado los ojos un poco haciendo que vea durante una fracción de segundo su anhelo. Aunque aparentaba estar tranquilo, no lo estaba.

Tomé un poco de té antes de contestar, como si estuviera reflexionando sobre lo que sentía pero no era cierto, si lo sabía, solo que estaba avergonzada.

-Yo... - por un segundo pensé en mentir, realmente lo deseaba pero no podía hacerle eso a él- yo.. -

Contuvimos el aire por segunda vez. Él miro hacia otro lado.

-Tú me...-

-Me gustas - dije de golpe interrumpiéndolo-

Me miró con los ojos y la boca un poco abiertos mientras soltaba el aire que aún tenía en su pecho. Sentí como el valor me invadía y solté todo.

- Me gustas, Giyu, desde hace mucho. No me animaba a decirlo... no quería perderte si las cosas salían mal, eres demasiado importante para mí y no podía perder a otra persona. El simple hecho de pensarlo me desgarra el alma, pero aún así me gustas, más de lo que piensas y más de lo que quisiera aceptar. Desde hace tanto que ya no recuerdo cuando empezó-

Solo me observo mientras yo prácticamente escupía mis sentimientos guardados por años.

- ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué esperar tanto? -

- Yo...- el aire se atoró en mi pecho.-

-Siempre deje en claro lo que sentía, ¿por qué no diste el paso?-

-Tenía miedo-

Sin dejar de mirarme se levantó del sillón, le dio la vuelta a la mesa y tomando mis manos se arrodilló frente a mí. Sentí que se me llenaban los ojos de lagrimas, siempre supe lo que sentía y sabía como lo lastimaba cuando le rechazaba. Me sentía culpable. Nos había hecho sufrir a los dos por años.

-Te estuve esperando todo este tiempo, Shinobu. Siempre te estuve esperando-

-Lo sé y lo siento...- cerré mis ojos e incliné la cabeza para que mi pelo tapara mi rostro.-

Soltó mis manos y un nudo se formó en mi garganta. Mis lagrimas bajaron por mis mejillas mientras esperaba que se enojara conmigo.

- ¿Por qué te disculpas?-su voz sonó suave, levanto mi rostro y acomodo mi pelo.- No tienes que disculparte de nada. Siempre supe que necesitabas tiempo, sabía por todo lo que pasaste y en ese momento me conformaba con ser parte de tu vida.- besó mi frente en forma de consuelo. -

- Te hice esperar bastante.- le sonreí aún llorosa.-

-Sí, demasiado. -

Sus ojos miraron mis labios, nos inclinamos lentamente hasta besarnos. No fue como el beso de la mañana en la puerta del baño, era diferente, suave, lleno de alivio y una extraña sensación a hogar. Se separó lentamente mientras me sonreía. No podría describir la calma que sentía en ese momento.

-Igualmente tenemos que hablar de lo que pasara ahora. -

-Si, lo sé- dije riendo mientras me limpiaba las lagrimas.-

Ya he crecido (Tomioka Giyu x Kochō Shinobu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora