...Estaba acostumbrado a que Shinobu me defendiera, desde que nos habíamos mudado a la ciudad había sido así. Yo era un niño tímido y a menudo era mal interpretado, pero a deferencia de mi carácter receloso, ella siempre había sido extrovertida y de enojarse rápido. Había tardado un poco más de la cuenta en hacer amigos porque cuando intentaba arreglar los malentendido Kocho siempre se metía y creaba más conflicto. Cuando era un niño pequeño la veía como mi heroína, pero a medida que fui creciendo me fui sintiendo un poco avergonzado de que una chica me protegiera, al entrar a la secundaria me empezó a dar ternura como alguien tan pequeño no le temía a nada, pero trataba de ser yo él que la protegiera en un intento de que se fijara en mí como un hombre y no como su amigo de la infancia.
Al parecer no importaba cuanto tiempo pasara, Kocho siempre iba a reaccionar de la misma forma.
Estaba decidido a dejar que me defendiera cuanto quisiera con tal de que se quede a mi lado...
- Eres todo un caso, Shino- dijo mientras me besaba- no creo que eso calmara a Sanemi, creo que fue todo lo contrario, pero me hace feliz que me sigas defendiendo.-
-Nos estaba defendiendo, somo pareja y no es como si hubiera dicho una mentira- me encogí de hombros mientras lo miraba entre sus bazos.-
- pequeña busca pleitos.-
- Respeta a tus mayores, Tomioka.-
- Si, si...-
Se inclino para darme un beso en la frente mientras me abrazaba. Estuvimos abrazados un rato, él me acariciaba en pelo lentamente mientras nos mecíamos.
-Realmente soy feliz- tomo mi rostro entre sus manos y me beso de forma suave y lenta.- me haces feliz Kocho, muchísimo.-
En cuestión de segundo el ambiente se fue poniendo denso mientras nuestro beso se intensificaba. Envolví mis brazos alrededor de su cuello. Con una mano me tomo de la cintura y la otra se deslizó por mi cuerpo, recorrió mi espalda, mi cola hasta llegar a mi pierna. Giyu se inclinó para poder cargarme y que yo pudiera rodearlo con mis piernas. Sus manos se detuvieron en mi espalda baja, presionando mi cuerpo contra el suyo. Suspiró sobre mi boca cuando me aferre aún más.
-No podemos...- apoyé mi frente con la suya, cerré los ojos para no ver la pasión en su mirada porque sabía que no tenía tanto autocontrol.-
-Por favor- sus manos apretaron mi cola, uniendo aún más nuestras pelvis.-
-Giyu...- suspire.-
-Solo un poco más-
Rozo sus labios contras los míos.
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Ya he crecido (Tomioka Giyu x Kochō Shinobu)
Hayran KurguShinobu había olvidado que, Giyu, ya no era el niño que había visto por primera vez cuando ella tenía catorce y el nueve. Ahora que él ya había cumplido los veintidós, ella no podía seguir viéndolo como su hermano pequeño, y Giyu tampoco le dejaría...