La visita de Jiang YanLi al Receso de las Nubes fue tratada como una visita de estado formal de una señora de clan. La comitiva de recepción estaba vestida con sus galas cuando WanYin llegó con XiChen hasta la puerta del Receso. Hasta Lan QiRen parecía tener la barba más adecentada que de costumbre, y eso que el hombre nunca iba desarreglado precisamente. Estaban dispuestos a tratarla con el rango que se merecía, a pesar de que su influencia en los Jin estuviese muy limitada. WanYin no rechistó. Era algo que les favorecía. XiChen y él no desentonaban lo más mínimo, ya que ambos se habían acicalado para la ocasión. YanLi llegaba con una buena escolta de mujeres y niños que se hacían pasar por servidumbre. Solamente él, XiChen y una pequeña escolta irían hasta el círculo de transporte para darle acceso y acompañarla hasta la entrada al territorio.
ZiXuan no había explicado a nadie los detalles de lo que iba a pasar durante los próximos días en la Torre Koi, pero no había que ser adivino para saber que iban a rodar cabezas. No insistiría en sacar a su hermana y su hijo con su "escolta" de no ser así. Aunque con lo exagerados y ostentosos que eran los JIn para absolutamente todo, realmente aquello se disimulaba sin problemas usando de excusa el rango de YanLi. Como buena Primera Dama podía permitirse rodearse de tanta servidumbre como quisiese. Y siendo el clan Jin, eso era mucha gente. Los niños bien podían considerarse los compañeros de juego de su hijo aun si este todavía ni gateaba.
La ceremonia se llevó a cabo con todo el rigor establecido, aunque nada evitó que YanLi se saltase ligeramente el protocolo para darle un abrazo a su hermano tras las reverencias formales. Fue un abrazo largo y emotivo, que WanYin no esperaba, pero que no rechazó. XiChen esperó su turno para el abrazo, porque sabía bien que la afable mujer lo abrazaría también a él. En seguida preguntó por JingYi y Yuan, y XiChen tuvo que confirmarle que tendrían que terminar con todo el protocolo para poder conocerlos. Ambos se estaban quedando con su tío WangJi hasta que pudiesen conocerse durante la cena que, por suerte, los ancianos habían consentido que fuese en esfera íntima. XiChen no tenía ninguna duda de que ninguno de los dos pequeños dudaría en mostrar todas sus emociones en cuanto viesen a su tía. No quería quitarles la posibilidad de ese primer encuentro natural. Ya bastantes veces en el futuro tendrían que ceñirse al protocolo cuando fuesen mayores.
YanLi sonrió y entregó sus manos a cada uno de ellos para ascender las escaleras del Receso de las Nubes con uno a cada lado. WanYin estaba bastante de acuerdo con ese tipo de ceremonia, salvo tal vez, la parte de deber sujetar su mano todo el tiempo. Era peligroso para ella con sus largos vestidos ascender de ese modo, y tampoco era como que estuviesen escalando la montaña para necesitar el apoyo de ambos. Bastante peor era, ya que alguien más tenía que sujetar el vestido por ella. Después de todo, con un jefe de clan masculino eso no se hacía. Aunque una parte de él tenía ganas de jugarle una broma a ZiXuan cuando viniese a buscar a su hermana, aun si eso significaba tomar su mano todo el camino. La pregunta era si XiChen le seguiría el juego o no.
Una vez llegaron a la puerta del Receso de las Nubes, los ancianos le fueron presentados uno tras otro, después pasaron hasta el salón comedor para la recepción en el interior y la ofrenda de regalos de los Jin por acogerlos durante los días que durase la "visita". Como se esperaba, el regalo era excesivo, pero nada que no fuese totalmente calculado por Jiang YanLi. Una buena parte de aquellas ofrendas eran suministros que sabían que fácilmente consumirían durante su tiempo de visita. Eran muchos y podrían mermar seriamente las reservas de los Lan, que sabía por WanYin que eran bastante escasas. Y por supuesto, se reservaba el derecho de traer los dulces favoritos de su hermano y algunos ingredientes típicos de Yummeng, entre otras chucherías para sus sobrinos.
La recepción fue excesivamente formal y larga, pero sin excesos, sólo estrictamente protocolaria, exactamente en la línea de los Lan. WanYin le prestó su capa para que ella y su sobrino se guareciesen del fuerte frío invernal cuando se dirigieron a la casa de XiChen para la cena. No admitiría que de no estar apretando la mandíbula le castañearían los dientes, ni permitiría que XiChen lo acogiese en su capa mientras YanLi y su comitiva miraban. Por suerte, XiChen se encargó de mantener el grueso de la conversación con ella mientras le explicaba algunas de las costumbres de su clan o las particularidades de las casas en torno al camino.
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Al otro lado del vínculo.
FanfictionLan XiChen no podía imaginar, pese a toda la magia del mundo, que algún día acabaría viviendo algo así. A veces, la vida da vueltas inesperadas, requiebros y en ocasiones encuentros que la cambian por completo. Y todo empezó con un día tranquilo y a...