24: Reunión gatuna (2/2)

558 80 43
                                    

La conversación paso a ser suave y más entusiasta. YanLi no solo hablo de su embarazo y de su matrimonio con ZiXuan, se encargó de preguntar cómo estaba viviendo su hermano. Entre los dos le contaron todas las líneas generales, incluida su convivencia con JingYi y con el resto del clan. XiChen le contó algunas pequeñas anécdotas de cierto gato perseguido por un montón de críos que solo querían acariciarle. WanYin admitió que lo que peor llevaba era el maldito horario de levantarse antes del amanecer, cuando ni las calles estaban puestas, y que echaba de menos su sopa y un pedazo de carne de cuando en cuando.

YanLi achacó a aquello que estuviese más delgado y ni WanYin, ni XiChen mencionaron sus recientemente curadas heridas. Menos todavía, aquellas cicatrices que quedarían grabadas en su pecho por el resto de su vida. WanYin no quería disgustar a su hermana cuando estaba tan cerca de dar a luz y XiChen porque temía lo que podía pasar si ella se enterase. Después de todo, el carácter fuerte parecía ser algo común en aquella familia, y la suavidad de YanLi, podía tener una fiereza inaudita camuflada. No iba a arriesgarse a descubrirlo, por ahora.

Y aunque la tensión en ambos se notó, por algún motivo, ZiXuan, que parecía estar al tanto de lo ocurrido en el juicio, decidió seguirles la corriente y cambiar el tema a base de pinchar a su cuñado. Lo acusó de acabar cazando a todo pájaro que sobrevolase el Receso de las Nubes. XiChen se rió suavemente, pues le había visto acecharlos con la mirada, aunque nunca había llegado a atacarlos. WanYin sonrió con todos los dientes y le advirtió de que había un pavo real que acabaría con un mordisco en el culo pronto precisamente por eso.

YanLi también se rió y decidió poner paz entre ellos sugiriendo que, ya que tenía tanta hambre, almorzasen juntos. Ella había preparado su famosa sopa tan pronto como había escuchado que su hermano vendría a visitarle, y estaba encantada de saciar ese capricho del menor de sus hermanos. WanYin lo agradeció con cierta timidez, aunque XiChen fue al más explícito. El viaje hasta allí era algo largo y todavía les quedaba la vuelta, así que no rechazarían el ofrecimiento. Además, tenía curiosidad por probar aquel manjar que pasaba a menudo por sus pensamientos.

YanLi sonrió encantada. Sabía que WanYin conocía de sobras la receta, pero siempre decía que nunca le quedaba con el mismo toque especial que a ella. Y aunque ella no apreciaba esa diferencia de sabor, WanYin insistía en ello. Sabía que aquella diferencia inapreciable residía en los sentimientos que tenía al respecto más que por un ingrediente secreto o diferencias en la cocción. WanYin cocinaba tan bien como ella, aunque no lo hiciese tan a menudo. Ella misma le había enseñado todo lo que sabía, sólo le faltaba oportunidades para practicar.

ZiXuan se levantó para cumplir el ofrecimiento de su esposa y se ausentó un momento. WanYin esperó lo suficiente para que este saliese del rango de escucha para preguntarle abiertamente si realmente era feliz allí. Ya había transgredido varias reglas, no le importaría trasgredir una más y deshacer su pacto con el hechizo de WuXian. YanLi lo tranquilizó acariciando su cabeza, y haciendo que este la colocase sobre su hombro por un momento, consolándolo. Ella también echaba de menos a sus hermanos, pero era feliz allí. Era realmente feliz con ZiXuan, a pesar de que las cosas no habían empezado bien entre ellos y que la vida en la torre no era tan fácil.

ZiXuan había cambiado mucho desde la última vez que ellos se vieron. Le pidió que le diese una oportunidad y dejase de lado los perjuicios que tenía con él hasta el momento. Era cierto que su marido no siempre la había tratado bien, pero en cuanto le plantó cara y deshicieron todos los malentendidos que había entre ellos, pudieron empezar a tener una relación de verdad. ZiXuan estaba haciendo mucho por tratar de cambiar la actitud del resto de la torre hacia ella, pero era un proceso lento, y la influencia de su padre era demasiado fuerte. Aunque no lo pareciese, su esposo estaba luchando por crear un lugar seguro para su creciente familia.

Al otro lado del vínculo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora