Our Dad's Secret | Kagehina

Capítulo 1

—Eres tan estúpido...

—Pero soy más alto que tú.

—¡Dios, eres insoportable!

Como todos los martes y jueves, una pelea entre mellizos comienza en medio del gimnasio. Ya es tan normal que el profesor solo les grita desde lejos y son sus amigos quienes tienen que sacar a chica de encima de su hermano, quien se defiende de sus rasguños y golpes.

—¡Ya paren!

—¡Tienes que entender que los líberos son los más importantes del equipo! —Ella Intenta soltarse.

—¡Error! —Grita haciendo lo mismo que la chica—. ¡El armador es el más importante! ¡Sin nosotros, el partido nunca seguiría!

—¡Sí lo haría! —Devolvió enojada—. ¡Golpes de abajo, punto final!

—¡Valora los remates, líbero de porquería!

Se sueltan a la vez, abalanzándose el uno sobre el otro.

—¡Hinatas!

Pero es el grito del profesor el que los obliga a separarse. No hay terror en sus rostros, es más, ni siquiera lo miran. Entre los hermanos hay una gran guerra de miradas y burlas por parte del más alto.

—¡A dirección, ya!

Quince minutos después, dos adolescentes están sentados frente al director de la escuela generando un silencio demasiado incómodo. El hombre de unos cuarenta y cinco años los mira molesto, esperando que su padre los venga a recoger para librarse del par. Son insoportables y todos lo saben. Incluso ellos.

—Lamento la tardanza...

Una voz se hace paso en la oficina. Los mellizos ni siquiera se inmutan.

—Estoy muy avergonzado, Nakamura-san. Esta será la última vez, se lo juro.

—Eso fue lo que dijo el mes pasado, Hinata-san.

El hombre se acomoda sobre su silla con un suspiro, tomando un bolígrafo y acercándole un papel. El hombre se acerca dedicándole una mala mirada al par. Estos lo ignoran porque están muy ocupados mirando en dirección a las paredes. Se niegan a verse entre ellos.

—Solo firme aquí y llévese a sus hijos, por favor.

Asiente con un rostro apenado y firma la suspensión de los menores por tres días. Juzgándolos por sus atuendos, puede pensar que se han peleado en educación física, o sea por un deporte.

Recién cuando llegan al auto, su padre se digna a hablar. Los mellizos toman asiento atrás, uno en cada esquina sin todavía mirarse.

—Y bien... ¿Quién puede decirme qué pasó?

—Es que este imbécil...

—¡Ella fue la que empezó!

Quejándose a la vez, Hinata Shoyo se queda sordo por un rato para ignorar a los adolescentes.

Esa es su vida desde hace dieciséis años.

Y los dos que se quejan en los asientos de atrás son sus hijos. Nara y Naori Hinata, unos mellizos demasiado insoportables y energéticos, que se pelean por cualquier estupidez, especialmente cuando se trata de su deporte favorito, el cual también comparten; El vóley es su obsesión y de vez en cuando lo hacen acordarse de él mismo en el pasado.

Naori es el «mayor», se supone que debería ser el más responsable y maduro. Sin embargo siempre se encarga de ser infantil cuando está con Nara solo para molestarla. Justo como ahora, que se burla de ella con voz fina y se gana golpes de la chica.