Capítulo 7

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TOMÁS.

Era un soleado domingo por la tarde cuando decido ir al parque local a hacer un poco de ejercicio. Me quito la camisa para comenzar mi rutina. Sin embargo, mi momento de paz se vio interrumpida cuando, de repente, veo a alguien que no pensé encontrarme, al menos no todavía. Emily.

Emily siempre se ha caracterizado por ser una chica de personalidad impulsiva. Lleva su cabello rosa y su ropa extravagante, la hacían destacar entre la multitud. No podía evitar recordar los momentos que había compartido con ella, tanto buenos como malos. Aunque en mi corazón ya no había esa chispa de amor que alguna vez tuve por Emily, sentí algo de nostalgia al verla allí.

Decido acercarme a Emily.

—Hola, Emily, ¿que sorpresa encontrarte aquí?.

Emily se abalanza a mí y me rodea el cuello con los brazos para estamparme un beso.

—¡Te he extrañado tanto!, sabía que te encontraría aquí. No pude aguantar más tiempo sin verte, me desespero si no te tengo cerca, Tomás —dice para comenzar a besarme desenfrenadamente.

La tomo de los hombros y la aparto cuidadosamente —Emily, no creo que sea buena idea que vengas, recuerda que tu padre aun no sabe que tú te estas escapando solo para verme, poniendo en riesgo su vida y la tuya.

—Mi padre nunca lo sabrá, en este momento está con la cabeza en otro lado. En cambio yo si te necesito, tal vez podríamos...

—Emily, no. No compliques más las cosas. Esto no está bien y...

Emily me interrumpe —¿Tienes a otra? —pregunta comenzando a desesperarse.

—Ese no es el punto, Emily...

—¡Claro que lo es!, ¿me has cambiado a caso?. Has estado con otra mientras yo me encontraba desaparecida, ¿no es así? —lágrimas comienzan a resbalar en sus mejillas.

Al verla de esa manera, me sentí mal, no quería que ella sufriera, aunque la conocía bastante bien para saber que era una chica bastante manipuladora, pero aún así, sabía que realmente estaba sufriendo pensando que la había cambiado y que me había perdido.

Respiro profundo —Emily... quiero que sepas que nunca te he engañado, siempre he tratado de ser el mejor hombre para ti. Créeme que cuando desapareciste te intente buscar por todos lados, pero nunca pude encontrarte. Así que me resigne, seguí mi vida intentando rehacerla, aunque siempre te tenía en mis pensamientos, hasta el día de hoy nunca te deje de pensar. Pero a veces los sentimientos cambian... y el tiempo nos muestra, otras posibilidades. Emily, ya no siento amor por ti.

Emily se quedo en shock por unos cuantos segundos al escuchar mis palabras. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su voz tembló mientras trataba de encontrar una explicación a lo que estaba escuchando.

—¿Qué estás diciendo, Tomás? No puede ser... no puedes dejar de amarme.

Lucho por encontrar las palabras correctas para consolar a Emily, pero sabía que ninguna explicación aliviaría su dolor, intento explicarle que los sentimientos pueden cambiar con el tiempo y que no tenía control sobre mis emociones, pero Emily se aferraba a la esperanza de que todo fuera solo una confusión temporal.

—Es injusto para ambos continuar esta relación si ya no puedo darte el amor que mereces, lo siento, Emily.

—¡No puedes dejarme, Tomás!. Y mucho menos si es por alguien mas. Yo sé que podemos arreglar esto y tú volverás a amarme —exclamó con una mezcla de desesperación y esperanza.

—Te quiero, Emily, pero mi corazón ya no te ama.

Los ojos de Emily me ven fijamente para después comenzar a hablarme en otro tipo de idioma que no comprendía. Comencé a sentirme agobiado, una brisa fría recorrió todo mi cuerpo y fue ahí cuando sentí un fuerte pinchazo en mi corazón por unos segundos. Me quejo de dolor y a continuación veo a Emily con una sonrisa de oreja a oreja.

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