Kyōdai

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Academia de duelos. Isla Academia.

—¡Esto es de lo mejor! –Jaden era el mejor duelista de todos. O así se auto denominaba él, más sus palabras no eran vacías, y ya varios alumnos sabían la razón.

Jaden tenía una habilidad excepcional para los duelos, además se decía que es capas de ver a los espíritus de duelo, aunque esto ultimo nadie lo creía del todo, era de valientes o muy tontos pedirle un duelo a Jaden.

Aunque siendo considerado el mejor, en la academia se encuentran otros extraordinarios duelistas cuyos habilidades y destrezas eran comparables encontrando los pros y contras de los mismos.

Manjome Jun, del dormitorio azul de primer grado, también Azuka Tenjouin del mismo grado y dormitorio o su hermano mayor Fubuki del mismo dormitorio pero de tercer grado; Marufuji Ryu del mismo grado y dormitorio que Fubuki, siendo estos dos amigos y compañeros; Daichi Misawa del dormitorio amarillo de primer grado entre otros tantos buenos duelistas con los cuales Jaden no dudaría en retarlos una y otra vez ante la emoción de ver lo que pasará, ya que cada duelo es diferente y emocionante a su modo.

—¿Desde cuándo ya no me sorprende verte aquí? –Azuka sonrió inclinándose y ver más de cerca aquellas bellas flores que empezaron a crecer ante el cuidado y cariño con el cual Yuri las cuida —no nos vendría mal tu buena mano en el jardín de los dormitorios azules.

Desde un principio y ante la insistencia de los alumnos del dormitorio azul como amarillo, deseaban que Yuri se dejará de bromas y se uniera a un verdadero dormitorio, dado a que el dormitorio rojo no era del todo considerado como uno, y les parecía un desperdicio que Yuri se encontrara con los perdedores.

—Tan hablador como siempre –siguió su Azuka solo —te admiro, no se si tendría el valor de estar en un dormitorio donde hay pocos alumnos, y la mayoría al punto de ser expulsados.

—El color es lo de menos –hablo Yuri sin verle, sino que seguía en la labor de darle cuidado a las flores —no me importa nada de eso.

—Entonces ¿Qué es lo que te importa? –le miro con mayor atención.

Terminando antes que el resto de la clase, Yuri caminaba por los pasillos de la academia con una amarga y triste sensación en el pecho que no lo abandonaba más que cuando cuida las flores, no era cuestión de salud, ya que visitando la enfermería varias veces, le daban la misma respuesta.

Suspiro y estaba por regresar al salón, cuando delante suyo creyó ver a un chico con un parecido a él, con el cabello rojo y verde.

—¡Yuri, amigo! –Jaden llegó delante de él con euforia, una que cambio a preocupada —¿Estás bien?

28/07/2023