44

18 2 1
                                    

No le gusto nada de lo que ella le dijo, aquello que negó rotundamente.

¿Fue mala decisión pedirle consejo a ella?

¿Acaso estaba mintiendo?


No.


Lo que vio fue real, lo que sintió, esas imágenes eran el escenario de lo que estaría a punto de pasar y no le gustaba para nada.

«Puedes engañarte todo lo que quieras, pero sabes en tu corazón que es cierto» las palabras de Ishizu se repetían una y otra vez junto a esas imágenes.

—¿Yuri? –el mencionado se sobresalto cuando Jaden palpo su hombro —¿Estás bien?

«Nosotros» también estaba esa palabra de Jaden. Despejo la mente dando un respiro largo.


—Entregaras a quienes amas, destruirás todo por tu egoísmo –hablo la mujer con seriedad.

—El destino no esta escrito en piedra –respondió a la mujer.

—Cierto, no lo esta. Pero si tu sed y deseo de obtener más poder. Diferente de tus hermanos, tienes un poder que te hará sucumbir.

—¡Necesito este poder para poder encontrar a mi hermano! –exploto Yuri poniéndose de pie —es lo único que me importa, no me interesa otras cosa, solo quería saber si es suficiente para encontrarlo, para hacer lo que mi padre me encargo, y solo vienes a decir que soy el malo.

—No siempre las noticias son agradables. Tú me buscaste. 

No era un adulto, apenas era un chico que sabe del mundo. El cambiaría todo lo que tiene para volver con su familia, estar con sus hermanos, ver la sonrisa alegre de Yuya ¿Acaso es un delito?



—Yuri –llamo de nuevo a este quien estaba distraído, lo cual es extraño en él —¿De qué hablaron? ¿Qué te dijo? Estás pálido.

—¿Porqué regresaste Jaden?



Las semanas pasaron, Misael no hablo de lo que paso entre Yuto y él, tan solo estuvo serio por varios días sin siquiera habar con Kotori o Yuma, mucho menos con Kaito quien buscaba por todos los medio hablar con este.


Pareciera que el trabajo en equipo entre Shun y Yuto estaba rindiendo frutos más rápido de lo que pensaban, atrapaban a los rufianes quienes estaban causando aun alboroto por las noches. Ninguno de los que atrapaban decía algo al respecto, se mantenían callados sin decir palabra alguna.

Fue entonces que al derrotar a una chica, esta empezó a reír, diferente del resto que empezaban a farfullas en bajo, ella estaba eufórica.

—¿Cuál es la gracia? –cuestiono Shun serio.

Ella los miro, se tomo el tiempo de verles bien y sonreír —esto es un juego divertido –ambos chicos se vieron sin entender aquello, ella prosiguió —cualquiera que diga algo esta condenado a perecer por la eternidad en una cárcel propia.

Seguía sin haber sentido en ello ¿Acaso alguien los estaba controlando u obligando a actuar así? 

—Pero eso es el menor de las preocupaciones para ustedes ¿No? ¿Porqué están haciendo esto? ¿Con qué propósito?

Shun estaba por cuestionarle a que venía todo aquello cuando la chica resplandeció en una luz cegadora que no duro más de unos segundos, la chica ya no estaba, en cambio había una carta en el suelo con la imagen de la chica en ella lo cual no fue agradable para los dos.


24/06/2024

KyōdaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora