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Ganar.

Ganar.

Ascender.

Tener la victoria.


Yugo solo deseaba hacerse de poder.

Y eso lo hacía ganando cada vez más batallas. Necesitaba ganar.


Ganar le da acceso a muchas puertas.


Perder no era un opción, por lo que siempre daba todo.


No había otra cosa más en su mente que eso.



—¿Estás bien? –aquello le hizo retroceder unos pasos hacía atrás, estaba tan concentrado que no se había dado cuenta de la persona que estaba delante de él —no fue mi intención asustarte.

Linda. Ese fue el pensamiento que vino a su mente al verla.

—¡Rin! –llamo uno de los hombres que hacen publicidad, la chica corrió alejándose del campeón del momento en la clasificación, y teniendo buen ritmo de victorias en poco tiempo podría estar dentro para competir por el título mundial.


Aunque su plan va más allá de ello. No olvida su motivación, el hecho por el cual esta ahí.

Rescatar a su hermano, y en cada duelo captura información para ser mejor, cada táctica, cada jugada lo hace ser más fuerte, fortalecerse en cuerpo y mente para luego seguir a la siguiente etapa, en la cual ya debería de tener los recursos necesarios y empezar a conseguir al personal para dar inicio a la búsqueda de su hermano.


Aun con el bullicio dentro del lugar, Yugo se escabullo para salir al patio y poder contemplar el suelo de la noche, uno muy diferente de su época pero no dejaba de ser bello pese a la contaminación lumínica.

—Disculpa –de nuevo esa chica. Se giro quedando con los codos sobre la baranda, después de todo estaban unos pisos arriba.

Ella solo tomo lugar a un lado de este contemplando igual las estrellas en silencio, uno que después de un tiempo, desde la muerte de Yusei no lo sentía cómodo como con otras personas.

—No pareces muy emocionado por las relaciones publicas –hablo ella.

—No por el momento –respondió —estoy concentrado en ganar.

—Eso es muy notorio –Rin rio, aunque Yugo no le encontró gracia —no hay mucha información de ti.

¿Acaso venía solo a sacarle información como todos? Frunció el ceño —lo único que tienen que saber de mi, se los doy en la pista, en cada duelo –fue claro, y serio.

—¿Eso crees? Bueno, no siempre es así. Los duelos pueden comunicar muchas cosas, y eso puede llevar a pensamientos erróneos, causar problemas.

—No hay nada más sencillo y claro que los duelos.

—Eso aplica solo a los duelistas que están compitiendo en el campo –se defendió ella —¿Acaso si ves un duelo sabrás lo que en realidad esta pasando?

—Si –respondió sin dudar.

—No todos lo comprenden.

—Eso ya no es problema de uno. ¿O sí? –ambos se vieron con seriedad —van por diversión.

—¡Ajá! ¿No qué los duelos comunican todo? –Yugo no entendía a donde quería llegar con eso —dices que deben de ser divertidos, pero ¿Qué hay si uno de los duelistas esta pasando por un mal rato? ¿Qué si la gente no nota eso y, en vez de alentarlo no deprimen?

Se quedo sin palabras. ¿Qué fue lo que paso?

Tuvo que meditar aquella conversación en cámara lenta en su mente para poder comprender, mientras Rin salía victoriosa.



07/12/2023

KyōdaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora