Kyōdai

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Todo estaba cayendo como fichas de domino, edificios, grandes estructuras y monumentos cerrando caminos a la gente y vehículos que chocaban contra los escombros, explotaban y causaban mayor miedo y pánico en la gente, siendo algunos aplastados, atropellados o cegados por el terror del momento que parecía nunca terminar.

Su hermana pese al miedo, no dejo de ayudar como podía a la gente, más bien a los niños que resguardaba en una zona segura, esperando que aquella escena de película apocalíptica terminará de una vez, sin embargo los minutos se alargaban.

No había suficientes manos para ayudar a la gente que entraba en pánico, los oficiales, guardias y soldados estaban de manos atadas sin poder hacer más de lo que ya estaban haciendo. 

Negocios empezando a explotar, incendios, gritos, dolor y angustia. 

Desesperación de las madres, niños llorando sin parar, hombres con los nervios destrozados y la vista vacía asumiendo el final, un final que no se detendría hasta terminar con todo y todos.

—Hermano –llamo Ruri al mayor quien llegaba con dos niños que habían perdido a sus padres, como el resto —esto esta tardando –dijo nerviosa y tener un tanto calmado a los siete niños y cuatro jóvenes —¿Cuánto más va a durar?

Shun no sabía que responderle, ambos habían esperado que aquello fuera solo un terremoto como tal y que pronto cesaría pero, aquello ya pasaba del tiempo y las cosas empeoraban a cada minuto, abrazo a su hermana y beso la cabeza de esta.

Los niños estaban abrazados entre ellos, los jóvenes les protegían como podían.

¿Aquello era el fin?

¿Lo era?

Fue entonces que una D-Wheel cubierta por un intenso color carmín se detuvo delante de ellos, algo extraño de ser una situación normal —Shun Kurosaki, ven conmigo.

—¿Le conoces? ¿Quién es? –cuestiono Ruri abrazándose más a su hermano con miedo ¿y si quería hacerle daño?

—Como te das cuenta, acepte ir con él –dijo Shun. Ahora las cosas empezaban a tener sentido en la cabeza de Yuto, el saber cual es su verdadero nombre —luego de ello me trajo a esta ciudad, me entrego unas cosas y una nota para irse tal como llegó, en un resplandor carmín.

—Todo esto es tan irreal –Yuto ríe sin saber bien por cual emoción sale la risa —¿Quieres decir que estamos varados en un mundo paralelo o en un tiempo distinto al nuestro?

—Estuve noches sin dormir por toda esa información, entiendo como te sientes –dice comprensivo —debemos de conseguir el suficiente poder para encontrar a tú hermano.

—Ese chico que dices... ¿Crees que también viene del futuro?

—No lo se, no lo volví a ver después de eso –suspira y sostiene la cabeza entre las manos —ha veces solo quisiera despertar de todo esto, ver que fue un mal sueño.

—¡Yuna! –exclamo a la distancia Yuma echándose a correr en dirección al mencionado como Kotori quien empezó a derramar lágrimas, con ellos estaban Misael y Shark, siendo este quien frunciera el ceño y Misael quedarse viendo como si fuera un fantasma. 

31/05/2024