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—Por favor, no me vean con esos rostros –hablo Yuri con fingida voz.

El duelo había sido limpio, sin ninguna trampa ni ser tampoco algo que fuera por diversión o algo similar. Maximillion fue derrotado como Seto en una batalla contra aquel estudiante quien no se limitó en jugar como tal, y aunque Yuri puede estar decepcionado por la poca pelea que los dos supuestos mejores duelistas le dieron, estaba satisfecho con tener el control de ambas corporaciones.

Los documentos legales fueron procesados y su nombre escrito en ambos, siendo ahora el dueños de las dos corporaciones más poderosas de su tiempo y de aquel país, pero no solo eso, sino también del extranjero.

El personal eran quienes estaban inconformes y con aquello, por lo cual Yuri estaba delante de todos ellos hablando de frente —gane justamente los dueles pero, si están inconformes cualquiera puede retarme a un duelo, y prometo cederle todos los derechos de ambas compañías.

La sonrisa hizo desconfiar, no siendo suficiente para que algunos con intensiones avariciosas se dispusieran a buscar los medios para encontrar fallas en el chico, e incluso hacer trampa para ganar. 

Los duelos empezaron, pero también las bajas inmediatas y algunos heridos.



El hombre alto e inteligente cayó al suelo de golpe con un marcador que llegó a cero, un mazo basado en números con la ventaja del uso de los hechizos no fue suficiente, tal como los cinco duelistas anteriores quienes perdieron de manera rápida. Este al menos le duro seis rondas.

El personal que no reprocho ni hizo gesto alguno de servirle saco al hombre del lugar dejando a Yuri en aquella estancia amplia en donde se llevan los duelos, bajando del sitio que dio vida en su tiempo a los duelos de monstruos, Yuri solo había visto aquello en los museos y algunas veces en vídeos viejos de internet, después de todo la visión solida en su tiempo supera por mucho aquello de antaño.

—El poder necesario para poder ayudar a mi hermano, por fin es mío –musito para él caminando por el pasillo, alejándose de aquel lugar e ir al despacho que fue de Seto, encontrándose con un encapuchado ser de estatura baja y abundante cabello negro —¿Y tú eres? –Mokuba dejo de usar el pasamontañas —eres tú.

No saber quien es Mokuba es igual a no saber que como usar un shampo, al menos así piensa Yuri sabiendo bien sobre este, el cual después de que Seto se retira y nadie sabe de él, hablando claro del futuro que viene; Mokuba toma su lugar en la empresa.

—¿Quién eres tú en realidad? –cuestiono a la defensiva el menor —no hay ningún datos sobre ti en los sistemas, ni familia, amigos. La academia de duelos tiene un sistema de registro para todos quienes ingresan en ella, y no hay nada de ti. Yuri.


¿Debía preocuparse por ello?


Se encogió de hombros y paso por su lado como si nada, tomando asiento y verle esperando a que hable, lo cual molesto al menor —¡¿Eres acaso un espía extranjero?! 

Yuri empezaba a creer que aquel niño veía demasiada televisión, o podía darle la razón, mentir y seguirle el juego, después de todo seria más creíble eso que decir que viene del futuro, uno que ya no existe y que debe de buscar el poder para salvar a su hermano, el cual no sabe donde esta como sus otros dos hermanos.


23/02/2024

KyōdaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora