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En algo se tenía que entretener, y si era sincero, meterse en carreras que esta vez no fueran clandestinas y que, por el contrario, le ayuden a ganar más renombre y hacerse conocer le ayudaba para obtener un lugar, dinero y donde pasar la noche.


Sin falta se anotaba en la mayoría de las carreras, y fue normal salir victorioso en cada una de ellas, aun si había malos perdedores que, falsamente pretendían decir que fue "suerte de principiante" Yugo pretendía parecer un tonto, pero uno demasiado listo para darse cuenta de las cosas y, regresárselas el doble. ¿Querían pasarse de listos? Entonces podía seguirles el juego.


Ganar.

Ganar.

Ganar.


Era todo lo que necesitaba para tenerlo todo.


Pero con ello también atería mucho las miradas de lo alto, aquellos quienes movían piezas importantes sin ser vistos.


—Estamos al tanto de tus logros, muchacho –dijo aquel hombre de traje y lentes de sol oscuros, aun si era de noche y el lugar cerrado, era como un espía de película, solo que no era una película, ni él era un espía.

Yugo esperaba que terminará lo que tuviera que decir, pero en cambio recibió una tarjeta con solo un número de teléfono, ver retirarse al hombre y como aquello no tenía algún sentido, eso hasta recordar un poco de aquellas películas, pero como tal, no era una película.


Escalar cada vez más alto trae consigo cosas buenas y también, gente más perversa, pero que va, es bueno para las peleas, para salir de los problemas y atender a más de uno a la vez en un combate nada equilibrado donde todos desean verle en el suelo pidiendo piedad, pero todo lo contrario a ello, son ellos quienes piden piedad.

Por que no era un rostro bonito, no es un niño con suerte, tampoco alguien que sonría solo por hacerlo.


Es una bestia.

Un desalmado.

Alguien que oculta muy bien su verdadero rostro detrás de aquella máscara.


—¿Disculpa? –aquella era una mujer, nadie podría creer que fuera una estudiante. ¿O sí? No, definitivamente no —¿Eres Yugo?

Podía dejarla hablando sola y fingir no oírla.

Podía decir que estaba equivocada de persona, y que ese tal "Yugo" ni idea de quien era.

O solo podía levantarse e irse, las fiestas no eran lo suyo, mucho menos cuando todos son más grandes que tú y. ¿A que viene si es estudiante o no?

—Lo soy –respondió con seriedad.

—Akiza Izinski –el uniforme fue lo que le hizo cuestionarse aquella pregunta, lo había visto en algún lado. ¿Dónde fue? —un gusto –le extendió la mano.

Ambos estrecharon manos, no por mucho tiempo para regresarla a su lugar.

—Alguien como tu en verdad tiene un talento natural para las D-Wheel.

—No se confunde el talento con el esfuerzo y la constancia –respondió. 

—Y una sinceridad dominante –sonrió. No era coqueteo ¿O sí?

Le sonrió frunciendo la nariz y salir de entre la gente sin dar más respuesta o aviso de que se retira, aunque es notorio que se esta yendo cuando el sonido de aceleración resuena por todo el lugar.


31/10/2023

KyōdaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora