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Zarc había dejado de ir a ver a los chicos a la escuela, lo cual entristeció a los mismos a y Yuzu, la cual estaba más molesta que de costumbre golpeando a Yuya por todo y por nada, quien se queja por aquello y, ser golpeado de vuelta.

También había dejado de ir con Reiji al no saber que hacer, incluso dejo el lugar en donde estaba bajo la vigilancia de Akaba para poder pensar y moverse, lo cual seguro puso de malas a Reiji y, más que probable le mandará a buscar.

¿Porqué todo aquello lo relacionaba con aquellas pesadillas que había estado teniendo con aquel ser? ¿Seria eso a caso? ¿Estaba relacionado?

El llamado a la puerta le sobresalto, solo una persona sabía donde estaba, y aun así tomo lo primero que vio para defenderse, dio golpeteos con los nudillos a la puerta, de ser ella sabría que responder.

—Soy yo –recibió por respuesta, abriendo la puerta y verla con un bolso. 


La chica le había llevado comida y otro cambio de ropa, algo que él no pidió pero que ella dijo que si tenía que esconderse de lo que fuera o quien fuera, debía de tener otro tipo de ropas, además de que no podía estar mal alimentado.

Era como si desde un principio hubiera planeado todo, lo cual le parecía extraño.

—Tranquilo –dijo ella como si le hubiera leído el pensamiento —no quiero hacerte daño.

—Eso es más sospechoso aun –comento Zarc terminando de comer —no me conoces y me estás ayudando.

—Eres lindo –resalto ella.

—No creo que ser "lindo" sea suficiente para ayudar –sus temores se hacían cada vez mayores ¿Una trampa? ¿Si era aliada? Entonces recibió un golpe en la frente que le hizo regresar al momento.

Ray estaba molesta con los brazos cruzados —si tienes dudas puedo irme y dejarte solo para que lidies con tus problemas –comento ella enojada.

Dio bocanadas de aire y soltó por la boca —discúlpame. Ahora entiendo como se sienten las ratas de laboratorio.

—No creo que sea tan malo ¿Que puede ser que te tenga así? –dijo ella sin imaginar la realidad de las cosas.


—¡¿Estás de broma?! –exclamo ella con emoción.

—No es para que te emociones –regaño él después de contarle la verdad de si mismo —no es un juego si es lo que piensas. Es la verdad y te agradezco tu ayuda y que me escucharas, pero es mejor que siga por mi cuenta.

—¡Estás loco! ¿Y si ese científico loco quiere hacerte algo? Debes de tener un aliado de tu parte.

—No creo que sea lo mejor –dijo más para si.

—¡Seremos la Resistencia! –empezó a hablar ella con un brillo en los ojos, Zarc comenzó a creer que hubiera sido mejor no decir nada.

—Puedo contactar en tu lugar a tu amigo –de entre todas las cosas, eso llamo la atención del chico, quien se giro a verla —puedo hablar de ti sin hacerlo, aunque no te conozco del todo, tiene que haber algo que solo tu y él sepan, algo que le haga creer que eres tu quien lo busca.



11/07/2024

KyōdaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora