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—¿Quién es? –cuestiono al ver al otro joven.

—Soy Jesse Anderson –respondió con seriedad.

Yuto le miraba con desconfianza ¿Cómo era posible?


Kaito había terminado un duelo con uno de esos chicos cuando sintió una fuerte vibración en el suelo, no era un temblor, parecía más bien un terremoto, haciendo reír al otro sujeto —entonces... ¿Ya es hora? –dijo poniéndose en pie como puede —el gran día.

—¿Qué quieres decir con eso? Explícate –ordeno, pero este seguía con una amplia sonrisa.

—Como sea, da igual, todos perecerán –se acerco a él —todos somos energía, el cuerpo humano una máquina de energía.

Kaito no comprendía ¿Y si solo estaba distrayéndolo? Fue entonces que escucho los gritos de miedo y terror de la gente cuando un grupo de personas en trajes con máscara empezaron a tener duelos forzosos con las personas al sacarlas de sus hogares.

Su vista se desvió de ello al sentir de nuevo el fuerte temblor en sus pies, como unas grandes criaturas que empezaban a atacar desde lo alto, no podían ser monstruos de duelo, eso era imposible.

—Y él esta usando esa energía para su propósito.

—¿Quién? ¡¿De quién estás hablando?!


Las vibraciones fueron fuertes, en el lugar que están presenciaron como bestias grandes empezaban a atacar de un lado al otro, el fuego empezar a extenderse, el caer de los edificios, el grito de la gente.

—¡¿Qué haz hecho?! –reclamo Misael yendo hacía Jesse y tomarle del cuello —¡¿Eres el responsable de esto?!

Algo en la mente de Yuto hizo clic, como si piezas de puzle de lo que ya tenía en la cabeza, aquellas piezas perdidas en su mente empezaban a embonar, a formar una imagen más clara de las cosas.

Sin aviso alguno corrió hacía la ciudad aun si estaba bastante lejos, no fue mucho que los otros dos le siguieron.


Yuma junto a Akari, y Kotori se enfrentaban a esos hombres quienes parecían disfrutar de verlos sufrir en cada duelo en donde los ataques parecían reales por el dolor que sentían en sus cuerpos, Yuma no se separaba de su abuela, la cual habiendo visto cosas en sus vida, jamás había visto tal cosa como aquella.

Los dragones que rondaban en el cielo, lanzando llamaradas de fuego, provocando caos y terror.


—¡Yuma! –escucho la voz de Yuto, lo cual fue un alivio de cierta modo al verlo. 

—Misael –hablo Kotori al chico mirando también al desconocidos Jesse y centrarse en lo que va a decirle —¿Qué esta pasando? Todo es un caos en la ciudad, y esos dragones en el cielo...

—Son reales –respondió Jesse, no contento con ello, siendo responsable también de lo que esta pasando —es por eso que vine.

—¿Quién es él? –cuestiono al fin Kotori, cuando una fuerte explosión hizo a todos cubrirse.



—Yuri, tienes que parar con esto –hablo con enojo Jesse —lo que piensas hacer es un genocidio.

—La supervivencia del más apto –hablo Yuri —¿Por qué el fuerte tiene que vivir a la sombra del más débil? Y esto es por una causa.

—Tu hermano no aceptaría esto –se acerco a Yuri y Edo quien estaba dos pasos detrás de Yuri, le miro —Edo ¿Tú estás de acuerdo con esto?


28/07/2024

KyōdaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora