Lo que trae la marea

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Hostal Tongyeong's Jiyu

La Sra. Kang recogió la mesa y junto a Bada limpiaron el espacio, se acomodaron en  la sala común del hostal para hablar sobre la leyenda de la isla. Bada parecía algo incomoda y expectante a la forma en la que su madre contaría la  historia ya que la versión de la Sra. Lim era algo diferente.

—Bueno Jin, la leyenda de la isla Tongyeong nace en la época en donde estas tierras recién eran conquistadas por exploradores y realeza. En si mucha gente no se interesó por esta isla debido a que las colindantes tenían muchas mas riquezas que esta. La leyenda cuenta que entre todos los hombres que llegaron a ayudar a levantar imperios, uno de ellos venia con la ambición de encontrar un tesoro, ya que en toda isla hay un tesoro, o así creía él.— La Sra. Kang dio una pausa y miró a Bada para que continuara.

—Bueno... este hombre con ambición no dio con el tesoro que buscaba y se fue contra el rey quien lo sacó de su palacio con irreverencia y como no se iba a quedar sin algo a cambio, buscó la forma de enamorar a la hija del rey y desvirtuarla...— Bada fue interrumpida por su madre.

—No no, el hombre la secuestró y la pidió a cambio de oro o las piedras más preciosas....

—Pero luego se dio cuenta que la doncella era de su agrado y sin haberse desposado consumaron una relación y de ahí— Bada continuaba la historia como la había escuchado de la Sra. Lim pero a su madre le parecía grotesca y vulgar a pesar de que fuera verdad.

—Bada, déjame continuar— interrumpió la Sra. Kang.

—Quisiera que Bada la siguiera contando si no es molestia Sra. Kang— Jin interrumpió y dirigió su mirada a Bada.

Aquella conexión de miradas con la luz del fuego abrazándolos volvía a hacer un clic inesperado en ellos Bada sentía que los ojos de Jin eran demasiado potentes cuando estaban sobre ella pero no lograba intimidarla, solo hacía que ella se sintiera importante y la única en el mundo.

—¿Qué sucedió con el caza fortunas y la doncella?—preguntó Jin.

—Bueno, a mi no me gusta pensar que la secuestró, yo creo que hubo alguna atracción de por medio y como dos personas que se atraen consumaron su amor— Bada dio su opinión.

—¿Consumar?— Jin sonrió de forma ladina, casi burlesca —¿A qué te refieres con consumar?—Jin buscaba las palabras precisas en los labios de Bada.

En ese momento su madre se levantó algo incomoda y se retiró dando la escusa de que tenia mucho cansancio pero la verdad era que el tema de intimidad con Bada no era algo que se hablara abiertamente a pesar de la edad de la muchacha, para ella era un tabú como para muchos a la edad de la mujer algo conservadora.

Luego de despedirse de los jovenes, la Sra. Kang desapareció por el pasillo para no volver a salir.

—Srta. Kang ¿En que estábamos?— la miró nuevamente enfocando su vista con unos breves parpadeos.

—En la leyenda— Bada respondió secando el sudor de sus palmas, estaba algo tensa.

—Ah, consumar su amor —sonrió —¿Te refieres a un beso o tomarse la mano?—.

—No, es algo más intimo— Bada lo miró algo tímida —Tener contacto físico—.

—¿Hacer el amor?— replico Jin acomodándose en su asiento.

—Sí— la timidez de Bada era acusada por sus mejillas que se ternaron rosadas.

—Bien, entonces tuvieron sexo y ¿Qué pasó?— Jin parecía cada vez mas interesado.

AltAmar- Kim SeokJin Completa (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora