Sinopsis

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A la mañana siguiente cuando bajé a la bahía como todas las mañanas me di cuenta que había un alboroto. El barco pesquero había vuelto antes de tiempo y  al parecer traía algo que todo el mundo quería ver.

Me asomé entre las personas y vi a todos los hombres del barco incluyendo a Jin bajando cajas y cajas de pescado fresco muy felices cantando. Era mucho pez para ser la primera pesca del día, eran atunes grandes, regordetes y brillantes.

—¡La isla Tongyeong es bendecida nuevamente!— dijo una señora en la multitud.

—¡No pasaba esto como hace 30 años!— dijo un caballero a lo lejos.

—¿La doncella a consumado?— se preguntaron una señoras tras de mi. —¡Oh mira, es la reina de la fiesta del Atún!—me sonrieron.

Comencé a sentir la falta de aire entre la multitud y busqué salir como pude del tumulto, necesitaba alejarme de ahí y correr a la tienda de la Sra. Lim.

Corrí sin detenerme hasta el almacén olvidando por completo las compras de la mañana al igual que toda la gente dejó todo por ver la gran suma de peces de esa mañana.

Bazar Sra. Lim

—¡Bada casi me matas!— alzó la voz al verme cruzar por la puerta tan velozmente.

—Soy yo— dije fatigada tocándome el pecho.

—¿Qué cosa?— me cogió de los hombros para calmarme.

—Los peces llegaron a la bahia tal y como decía la leyenda— me apoyé en el mesón para descansar.— Llegó el barco esta mañana lleno de peces, la gente de la bahia estaba ahí, diciendo cosas—.

—Querida, tranquila, la leyenda habla de que la doncella debe consumar su relación con el hombre ...—se detuvo y me vio a los ojos.—Bada tu...—.

—Ayer me aparté de la fiesta para ir por algo de ropa al hostal y por casualidad SeokJin estaba ahí y pasó, ¡solo pasó! y venia esta mañana muy feliz a contarle a usted porque me ha ayudado mucho con esto pero ahora estoy algo confundida— me senté en el piso y puse mis manos contra mi cara.

—¿Te gustó?— la Sra. Lim tomó asiento junto a mi.

—Sentí que el pecho me saldría por la garganta de la emoción, fue muy delicado y placentero, me quemaba pero luego todo fue muy calmo—suspiré —Si mi madre se entera de que me acosté con él lo correrá del Hostal y no quiero que se vaya— sollocé.

—Eso no pasará, yo cuidaré que eso no suceda, tu y SeokJin deben estar juntos — acarició mi pelo —Aún tienes que aprender a disfrutar el momento intimo, las primeras veces son algo tormentosas e incomodas—.

—¿Y la leyenda?— alcé mi rostro hacia ella.—La gente se comenzará a preguntar quienes son los protagonistas de esto—.

—La gente se olvidará de ello en días, con todo el pescado que tendrán habrá muchas cosas de que ocuparse— la Sra. Lim parecía optimista.

Tocaron la puerta del almacén y nos levantamos al unísono, limpié mis ojos llorosos y me escondí tras el mostrador junto a la caja.

—¡Sra. Lim, Buenos días! Le traje su pescado fileteado por su servidor, el más guapo e inteligente de la isla— SeokJin dejó una bandeja en el mostrador.—¡No sabe lo que ha sucedido! Las redes se llenaron de peces mientras cantaba la canción que inventamos con los niños de la escuela y fue super ¡wow!— sonrió —Creo que soy como un profeta, un encantador de peces o algo así— se quitó el sudor de la frente.

—Jin, ¿no crees que se deberá a otra cosa la pesca de hoy?— colocó sus manos en la cintura y lo miró de pies a cabeza.

—¿Qué quiere decir con eso?— Jin sonó algo confundido —¿Duda de mis encantos a caso?—.

—Para nada, solo que esta mañana al parecer desconectaste tu cabeza de tu entrepierna— dijo sugerente la mujer que ahora llevaba las bandejas de pescado fresco tras la cortina de lentejuelas.—¿No pensaste en Kang cuando viste esa cantidad de peces en las redes?—.

— Siempre pienso en ella, pero como podría estar...— Jin se quitó los guantes y los dejó en el mesón para acomodarse el cabello y luego cayó en cuenta a lo que se refería la Sra. Lim.

—¿Cómo sabe? ¿Bada vino esta mañana?— Estaba algo preocupado y avergonzado.

—Solo pensé en eso cuando me dijiste lo que sucedió, ¿por qué esta isla infértil daría peces como esos en esta temporada?— suspiró —Jin, esa muchachita es un tesoro y ahora más que nada, tienes que aprender a calmar ese océano en ella—.

Jin permanecía en silencio, pensante, recordando los detalles de la noche anterior que le alborotaban las hormonas.

—¿Qué me recomienda hacer?— se acercó para tomar los guantes húmedos —No planeo alejarme de ella por una leyenda mágica  que se cumplió al tener intimidad— se cubrió la boca con el dorso de su mano sin guante —Suena hasta absurdo, no lo cree— rió.

—No— lo miró seria —Será mejor que vayas con cuidado si no quieres que la Sra. Kang te bote de su hostal y de la vida de su hija que, hasta ayer por la noche, era virgen— caminó hasta el mostrador.

—Sabe lo paciente que he sido todo este tiempo con la Srta. Kang y yo no soy una persona paciente— se colocó el otro guante — Haré que cada pececito valga la pena— sonrió.

—Procura que ella disfrute cada pececito o te corto tu pepino de mar— apuntó a la entrepierna de Jin.

— Calamar querrá decir— rió— Sino pregúntele a la Srta. Kang— se cubrió la boca y al humedecerse los labios con la viscosidad del guante, se limpió con la manga de su camiseta larga.—¡Hasta luego Sra. Lim!— abrió la puerta —Nos vemos Srta. Kang— le guiño el ojo a la Sra.Lim quien sonrió al ver a Kang cubrirse el rostro con vergüenza sentada en el suelo.






AltAmar- Kim SeokJin Completa (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora