Te Lo Prometo

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—Puede esperar ahí donde está — la Sra. Kang miro al Sr. Kim con cierto desprecio —¿Cree que después de echarme se su casa aquella vez lo dejaré entrar a la mía?

—Fue por el bien de mi hijo— respondió mirándola con la misma cara que ella le entregó.

—Mirelo ahora, ¿No se pregunta por qué se alejó de ustedes?

—Necesitaba un descanso— el hombre bajó los escalones de la entrada a la gran casona antigua y miró el lugar —Vengo por él, tiene que ir a su casa

—Este es su hogar ahora— la Sra Kang se apoyó contra el umbral.

—El que haya perdido a su hijo Sra. Kang no le da el derecho a quitarme el mio, tal y como lo quiso hacer años atrás

—Solo lo llevaba al mercado, jamás pretendía robarmelo, ese niño no había salido de su casa antes y quería ver el mundo tal y como es— la mujer parecía más molesta que antes —SeokJin debe quedarse, por el bien de la isla

El padre de Jin miro a la Sra. Kang impresionado por su terquedad pero en los ojos de la mujer se veía la preocupación.

—SeokJin tiene que volver a Seúl por su compromiso, la boda será lo antes posible por razones que no debo por que comentarle

—El corazón de su hijo le pertenece a mi hija Sr.Kim no puede llevárselo— su corazón palpitaba rápido — Jin debe quedarse

—Lo que usted piense o su hija no me interesa, la familia es la familia y SeokJin lo sabe, tiene deberes en Seúl así que dígame donde está—.

—¿Papá? — Jin miró al hombre de pies a cabeza con un nudo en el pecho que le impedía tragar —Como...

— SeokJin, arregla tus cosas, nos vamos— El Sr. Kim advirtió dominante.

—Jin, ¿Qué sucede? — Bada se aferró el brazo de Jin.

Jin miró a Bada y luego a su padre y sintió como si corazón comenzaba a quebrajarse, era la primera grieta de esa tarde y de las que seguirían.

—Alista tu cosas Jin, nos vamos

—De que hablas, yo me quedaré — Jin tomó firme la mano de Bada y la colocó tras de él protegiéndola.

—Jin no se va de la Isla Tongyeong— La Sra. Kang se colocó frente a Jin protegiéndolo a él.

—Creo que ustedes no entienden, SeokJin tiene un compromiso conmigo y su familia que debe cumplir, no me iré de esta Isla sin él y si tengo que botar todo este lugar para llevarmelo lo haré— miró la casona con desprecio — Así que tu decides SeokJin

Las miradas de los dos hombres se cruzaron. Jin no podía creer que su padre lo había encontrado y traía tanto odio consigo, estaba muy decidido a que volvieran a Seúl juntos.

—Esta bien, iré contigo pero dejame hablar con ella— hizo un ademán con su cabeza hacia Bada.

El Sr.Kim se retiró de la entrada de la casona de los Kang y espero en el auto que estaba en la entrada estacionado.

—¿Me acompañas?— Se giró hacia Bada y cogió sus manos.
Bada asintió y entraron juntos a la casona.
La Sra Kang tenía los ojos cristalinos y miraba al auto del Sr.Kim con odio.

—Jin, ¿si te irás?— Bada mira como Jin abría su mochila  y comenzaba a empacar

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—Jin, ¿si te irás?— Bada mira como Jin abría su mochila  y comenzaba a empacar.

— Es la única forma de que las deje tranquilas, no se irá sin mi, lo conozco— guardaba sus cosas con sus manos temblorosas.

—Pero... —Bada tomó asiento en la cama algo confundida, su voz temblaba— Jin que pasará con nosotros y tus deseos ¿Dejarás que te controle como siempre?

—Bada, tengo que hacerlo, lo haría de todos modos pero no así— sus ojos de humedecieron y sus mejillas estaban algo enrojecida —Escuchame— se hinco frente a ella—Volveré, yo se que lo haré y trataré que sientas como si esto no hubiera pasado ¿me crees?

Baba asintió y de sus ojos cayeron unas lágrimas.

—No llores por favor, esto no es un adiós, es un "ya vuelvo" ¿Está bien?— limpio las lágrimas del rostro de la muchacha.

—Toma — le entregó la pequeña piedra —Se que tiene tu secreto pero ya que volverás traela contigo y me lo revelas cuando vuelvas— Bada le colocó la piedra en el bolsillo de su camisa.

—Muy bien— tocó la piedra por sobre la tela —No quiero que vayas al puerto, quiero que te quedes aquí en el cuarto, no mires por la ventana

—Pero Jin...

—No lo hagas Bada, prometelo — la tomó las manos con firmeza —No quiero que te sientas triste, prometo volver, te lo prometo— le besó las manos con algunas lágrimas que resbalaron hasta la piel.

Jin se levantó y sacó su mochila de la cama, salió por la puerta sin mirar atrás y mientras bajaba se limpiaba las lágrimas.

Colocó su semblante firme y miró a la Sra. Kang en el umbral de la puerta.

—La destrozaras, ¿Sabes eso cierto?— lo miró seria —No me digas que le prometiste volver porque ni tu sabes eso

—Yo cumplo mis promesas Sra. Kang

—¿Sabe que te casarás?— preguntó con indiferencia —¿Sabe que hay un matrimonio al otro lado de la isla prácticamente listo para ti?

—Sra. Kang...

—¿Piensas llevar una doble vida donde vendrás acá por unos días y te iras con tu familia perfecta?— se giró hacia él —¿Sabes lo que sucederá cuando te vayas y ella se apague día tras día?— sus ojos se llenaron de lágrimas —No me importa que los peces migren Jin, me importa su corazón, tendré que llevar su pena mientras tu estarás allá casandote

—¿Usted cree que no me molesta esta situación?  ¿Cree que no quiero quedarme? — Jin soltó su mochila y la dejo en el suelo —Yo la amo— Jin comenzó a llorar con sus ojos enrojecidos —Y prometo volver

—Entonces hazlo, pero si no puedes, hazle saber para que no te espere por siempre— lo miró a penas y lo abrazo.

Jin caminó al auto sin mirar atrás y subió al auto limpiando sus lágrimas.
Su padre no le dijo nada, no lo miro no lo abrazó, solo miraba por la ventana sin decir nada y así fue hasta que llegaron a Seúl.

Su padre no le dijo nada, no lo miro no lo abrazó, solo miraba por la ventana sin decir nada y así fue hasta que llegaron a Seúl

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Su cuarto estaba tan y como lo había dejado es anoche que se había ido a Tongyeong.
Jin se sintió ajeno a su espacio favorito en la vida. Miró todos sus trofeos, diplomas y medallas sintiendo que estaba en la habitación de alguien más.

No podía dejar de pensar en Bada, en su srta. Kang, en la Sra. Yumi, la Sra Lim, la Sra. Han y sus gallinas, en el Sr. Yoon y en todas las personas que conoció allá, eran su familia y les había tomado más cariño que a todos acá.

— SeokJin Shi, ¿quiere algo de cenar?—una de las sirvientas preguntó na través de la puerta.

—No deseo nada y por favor no me molesten— dijo y cerró con seguro.

Sus manos estaban en su rostro contiendo sus lágrimas, no podía sentirse más atrapado. Era como un animal en cautiverio alejado de su hogar, esta sería su primera noche sin Bada en tres meses.

AltAmar- Kim SeokJin Completa (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora