Disfraz

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—Señorita Kang— escuché a mi oído —Señorita Kang ya llegamos— me movieron el hombro con delicadeza.

Abrí los ojos con pereza y me estiré en mi asiento, una mujer me miraba con atención esperando a que dijera algo más.

—Señorita ya llegamos a Seúl, lamentamos un poco la tardanza del viaje ya que una de las hélices se averió y viajamos a media máquina pero ya estamos acá— apuntó por la ventana el puerto.

Miré sorprendida lo sofisticado que lucia todo y me bajé con el pequeño bolso que traía, no tenía previsto quedarme pero sabía que podía buscar a mi tía para hospedar si así lo necesitaba.

Caminé hasta el primer guardia que ví para pedir indicaciones acerca de dónde podía tomar un taxi y me envió a la puerta principal donde habían unos cuantos estacionados.

—Buenas tardes, ¿Me podría llevar a esta dirección? — le entregué el papel que mi mamá me había entregado con la dirección de la casa de Jin.

—Claro, suba— sacó el seguro de la puerta y me subí rápidamente.

De camino miré todas las edificaciones que se levantaban poderosas, los avisos de publicidad que cambiaban cada tres minutos y el estilo con el que se vestía la gente, no había mucho de esto en la isla y comenzaba a extrañar.

—¿Y usted viene a visitar a alguién?— preguntó el hombre mayor que manejaba el taxi.

—Vengo más bien a detener una boda

El hombre me miró y volvió a conducir esta vez sin hablarme durante todo el camino.

Llegamos a la gran casona y el taxi me dejó para luego desaparecer por las calles aledañas que parecían eternas con casas lujosas como de pelicula. Apreté el botón del timbre y alguien me habló a través de él.

—¿Buenas tardes?— dijo una mujer tras el micrófono.

—Hola, soy Kang Bada ¿Se encontrará Jin? osea ¿Kim SeokJin?— miré la pantalla y me vi a mi misma sorprendiéndome de mi aspecto y me peiné con los dedos.

—El muchacho se fue hace unas horas a su matrimonio señorita— dijo la mujer que fue interrumpida —Hola, ¿Kang Bada?— dijo una voz emocionada.

—Sí, así me llamo— respondí con la misma emoción.

—Espera afuera un momento— dijo ante de cortar la llamada y el portón se abrió de par en par.

Miré hacia adentro deleitándome con el hermoso jardín y las piletas de agua gigantes de la entrada. Una mujer a lo lejos vestida con uniforme corrió hacia a mi como si me conociera de toda la vida.

—Eres Kang Bada, ¿Estás segura?— me miró de pies a cabeza, quizás la jardinera de jeans no fue mi mejor atuendo para venir hasta acá.

—Sí, mira— mostré mis documentos.

—Toma— me entregó un sobre —El Sr. SeokJin me lo entregó anoche, debía enviarlo a la dirección pero todo se retrasó esta mañana así que no había podido enviarlo aún.

Abrí el sobre y ví dentro la pequeña piedrecilla que le había entregado el dia que se fué de la isla siendo la prueba de que se había rendido.

—¿Srta. usted y el Sr. SeokJin tienen algo cierto? — me miró con tristeza — Él ha estado triste desde que llegó a casa  ayer en la cena de ensayo se le veían sus ojos llorosos, si quiere que le de un consejo , es mejor que se vaya a su casa ya que es muy complejo lidear con gente con dinero

AltAmar- Kim SeokJin Completa (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora