Solo lo sé

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Habitación 3, Bazar Sra. Lim 

Bada gemía suave y cerraba sus ojos de vez en cuando, luego me volvía a mirar y daba sonrisas casuales mientras yo seguia penetrandola a un ritmo suave y sostenido. Mis manos y las de ella se encontraban entrelazadas y sus rodillas se afirmaban en mis caderas disfrutando completamente la posición del misionero.

Bajé lamer sus pezones con amor dándole besos luego de succionarlos con delicadeza haciéndola gemir más agudo dándome corrientes de placer por todo el cuerpo, me encantaba la forma en la que se entregaba a mi y como yo le daba placer con devoción. 

—Ven a mi— cogió mi rostro con sus manos algo sudadas y lo llevó a sus labios para besarme lentamente —Voy a correrme— dijo a mi oído entrelazando sus manos contra mi nuca.

Escondí mi cabeza en la cuenca entre su hombro y cuello comenzado a aumentar las embestidas al igual que la profundidad  de estas, ambas manos me jalaron el cabello al llegar el climax alertándome de lo intenso que seria todo y ahogué mi gemido contra su piel y relamí su clavícula con excitación había sido grandioso.

Me apoyé mi cabeza contra su pecho luego de limpiarnos y quitarnos algo de sudor. Su corazón iba rítmicamente bajando sus latidos, la piel de sus pechos estaba algo enrojecida por los besos y las succiones pero no parecía molestarle en absoluto, acaricié esa piel calmandola con mis manos algo frías haciendo que se erizara.

Sus manos acariciaban mi cabello, la linea de crecimiento de este estaba empapada en sudor y ella me peinaba con paciencia, había crecido bastante desde que había llegado a la isla.

—Debería recortarlo un poco— me alcé y a miré para luego descansar a su lado.

—No, ¡luces bien así! — se guió hacia mi —Me gusta tu cabello largo—.

—Se me vé una cabezota— reí.

—Luces muy guapo.

—Tú luces muy guapa, sudada y salada.

—Tú también estabas salado— se apoyó en mi pecho.

—Ahora que tienes tu identificación y pasaporte puedo llevarte a cualquier lugar del mundo— acaricié su cabello —Noruega, Londres, Japón a todos los lugares que desees—.

—Hmmm.

—Definitivamente me compraré un apartamento o una casa, podemos poner un hotel allá también si gustas y hacerle competencia a tu mamá o enviar gente a la Isla con un descuento por haber alojado en nuestra cadena de hoteles.

—¿A eso se dedica tu familia? 

—No, vendemos productos con tecnología avanzada o apoyamos proyectos innovadores, al menos esa es mi área.

—Suena interesante— sonrió contra mi piel —Aún así no cambió la vida en la isla.

Se levanto de mi pecho y me miró a los ojos, acarició mi rostro con ternura. Parecía estar pensando profundamente en lo que diría pero se había arrepentido.

—Es hora de irnos al hostal, había preparado sashimi pero te apuesto que estaban mejor esas banderillas de salchicha— sonrió buscando su ropa.

—No lo creo, apuesto que ha sido un excelente platillo— besé su espalda ayudándole con el sujetador.

Salimos del bazar dejándole un mensaje a la Sra. Lim en un papelito agradeciendo sus servicios como anfitriona y también un billete por los chocolates que nos llevamos.

Nos subimos a la bicicleta y pedaleamos hasta el hostal.


Hostal Tongyeong's Jiyu

AltAmar- Kim SeokJin Completa (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora