-¿Alan? ¿"Su" Alan? - dije sorprendida.
Ella asintió.
-Pero, ¿Qué pasó con él?- seguía sin entender que había sucedido.
-Estamos a punto de descubrirlo- salió rápidamente hacia el pasillo.
Sin dudarlo, la seguí.
Condujo unos 10 minutos hasta la casa del tío Isaac.
Era totalmente lo contrario a la casa de mis padres.
La parte delantera era totalmente de vidrio. Un balcón conectaba todas las habitaciones del ultimo piso y para cerrar con broche de oro, una piscina mas grande que mi habitación.
Cruzamos rápidamente el majestuoso jardín y llamamos a la puerta.
-Señoritas- dijo el mayordomo José al abrir la puerta.
-Hola, José, ¿Se encuentra mi prima?- preguntó mi hermana, nerviosa.
-Si, señorita- contestó- pidió que nadie la molestara.
No pude evitar notar que era el mismo nombre que...
-Dile que soy yo, José- agregó mi hermana.
-Un momento, señorita- dijo él- Pasen, por favor...
Entramos al vestíbulo y esperamos a que regresara. En alrededor de un minuto, lo vimos bajar por la escalera.
-La señorita Cristina las espera en su habitación.
No había terminado de decirlo, cuando nosotras ya nos dirigíamos hacia allá.
La puerta estaba cerrada. Me acerqué en silencio y di unos toquecitos en la madera.
No obtuvimos respuesta.
Miré a mi hermana en busca de una. Ella se encogió de hombros.
Bien. No tenia elección. Abrí la puerta de un jalón.
Mi prima estaba sentada en la cama, tenia una manta sobre los hombros y algo que parecía un álbum sobre las piernas. Una caja de pañuelos a su lado y un bote de basura junto a la cama.
Andrea la miró un momento y luego se acercó. Entonces Cris nos miró: tenia los ojos hinchados y el maquillaje algo corrido. Su pelo estaba despeinado y moqueaba un poco.
-Ann... susurró.
Mi hermana se acercó a abrazarla.
De pronto, sentí algo peludo pasar entre mis tobillos. Di un pequeño salto de sorpresa.
-Hola, Lily- el pequeño Yorkshire de mi prima me miraba desde el suelo. Era realmente diminuto, aunque tenia mucho tiempo que no lo veía.
Cris comenzó a llorar de nuevo.
-¿Que pasó?- dije acercándome.
Tardamos un poco en tranquilizarla.
-Ya no...Creo que, ya no...Ya no me casaré.
-¿QUÉ?- dijimos al mismo tiempo mi hermana y yo.
-Es que, todo fue por... es que...
-¿A que te refieres con que ya no se casarán?- mi hermana se pasó una mano por el cabello. Un gesto ansioso muy suyo.
-Dijo... que le mentí todo este tiempo... dijo que...- antes de que pudiera terminar comenzó a llorar de nuevo.
-Cuéntanos todo desde el principio- intervine.
Mi prima me miró, de una manera muy extraña, y luego asintió.
-Pasó el mismo día de la fiesta- comenzó- Alan... se sorprendió mucho cuando te vio llegar, Mónica... Y me dijo...me dijo que le había mentido.
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Por Él | JC | #2
Romance«A lo largo de nuestra vida nos encontramos con infinidad de personas. Algunas pasan de largo y son olvidadas entre el mar de rostros. Otras pueden marcarte en tu camino, y te acompañan por él, más tiempo del que te hubieras imaginado. Luego están...
