Ya había estado en un hospital. Demasiadas veces.
Toda mi infancia estuvo llena de visitas al doctor, chequeos, exámenes.
Y todo por que...Bueno, lo pasado, pisado.
Esa vez fue diferente.
Tuve algunos cortos tramos de recuerdos. Unas fuertes manos me levantaron del asiento. La cabeza punzaba...
Estaba sobre una camilla. Y a mi lado...
Sobre mi, una luz blanca me daba directamente en el rostro. Sentía mis manos atadas a mis costados y me habían puesto un collarín en el cuello.
-Donde... ¿Dónde está?- logré decir.
-Señorita, ¿Puede escucharme?- dijo la voz de hombre- Estará bien. ¿Puede oirme?
Pero... No era Él. ¿Dónde estaba Jos?
Volví a cerrar los ojos.
Lo reconocí por el olor. Olía a enfermedad.
Dicen que al nacer, los bebés reconocen a lo primero que ven como su madre. Sólo con abrir los ojos.
Bien, pues en mi caso, fue mi padre.
Estaba recargado junto a la ventana, mirando hacia el vacío. O eso parecía. Seguramente estaba planeando la siguiente forma de arruinar mi vida.
-¿En que estabas pensando?- dijo por saludo.
No contesté. En lugar de eso, pasee la vista por la habitación. Estaban conectadas a mi cuerpo varias máquinas y tenía el brazo derecho enyesado.
-¡¿Y bien?!- continuó.
-No le grites.
Mi madre acababa de entrar a la habitación.
-No interfieras- mi padre la miró severamente.
-Ya fue suficiente. Acaba de sufrir un accidente, Alejandro.
-¿Causado por quien? ¡Ese chico!
La voz volvió a mis labios.
-Basta. ¡Eso no es verdad!
-Hija, tranquila. Debes descansar- mi madre puso una de sus delicadas manos sobre la mía.
-No- contesté firme- No voy a dejar que hable así de Él.
-¡Todo lo que digo es verdad! ¡Tomaré reprimendas en...!
-¡Basta!- eran muy contadas las veces que mi madre levantaba la voz. Respiró profundamente y junto las manos- Este no es el lugar ni el momento, para hablar del tema. Tienes que recuperarte.
-Estoy bien. Ya no me duele nada... - intenté acomodarme en la cama y fue como si me aguijonearan por todos lados- Auch.
Mi mamá me lanzó su mejor mirada de "Te lo dije".
Mi volví a acostar. Luego miré a mi mamá de nuevo.
-¿Y Jos?- ella se quedo callada y bajo la vista-¿Cómo está Él? ¿Cómo está Jos?-
Las lágrimas comenzaron a salir sin detenerse y mi respiración comenzó a fallar.
Una de las máquinas a las que estaba conectada comenzó a soltar un horrible pitido.
-Hija, tranquilizate...
Mi padre no dijo nada. Sólo me lanzó una mirada llena de furia.
El no se daba por vencido tan fácilmente...

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Por Él | JC | #2
Romance«A lo largo de nuestra vida nos encontramos con infinidad de personas. Algunas pasan de largo y son olvidadas entre el mar de rostros. Otras pueden marcarte en tu camino, y te acompañan por él, más tiempo del que te hubieras imaginado. Luego están...