Capítulo 7 "¿Qué haces aquí?"

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Cuando Andrea llegó a casa yo estaba sentada frente al televisor viendo una mala comedia y con un bote de helado en el regazo.

-Oh, no. El helado. ¿Qué sucedió?- dijo en cuanto entró por la puerta.

Iba vestida formal, con una falda lápiz negra, una blusa azul celeste y un saco. Llevaba el cabello en una coleta y la bolsa sobre el hombro.

Levanté la cabeza.

-Lo ví- logré decir.

Ella lo entendió. Habrá sido mi rostro, con los ojos hinchados y llorosos, o simplemente lo sabía porque era mi hermana.

Se le cayó la bolsa con un golpe sordo.

-¿Qué dices?

-Que lo ví.

-Pero... ¿Cómo?- se acercó y se sentó a mi lado.

-¿Sabías que Cristina se va a casar?- dije con sarcasmo.

Ella lo notó.

-Si... olvidé decírtelo...

-Claro que si.

Las dos nos quedamos calladas.

-Pero... ¿Con Alan?- interrumpí el silencio.

-Sucedió poco después de que te fuiste. Cristina terminó con Esteban. Se enteró de que él estaba saliendo con otra chica.

Me enfurecí. ¿Qué se creía? ¿Traicionar a una chica como Cris?

"Cristina estaba devastada" continuo Andrea "No dejaba de llorar y nunca salía de casa. Comencé a preocuparme... "

Miró el piso y suspiro.

"Entonces un día me encontré a Alan. Me preguntó por Cris, muy preocupado de no saber nada de ella. Así que le conté todo"

"Fue a visitarla. Realmente la ayudó mucho. Cada vez se veía mejor. Casi no lloraba, y volvía a ser la misma chica de siempre. Luego se hicieron novios"

La película seguía, sin que nadie le pusiera atención, mientras yo observaba a mi hermana. Mis manos estaban frías por el bote de helado.

-No fue una gran sorpresa que anunciaran que se casarían- dijo Andrea con una sonrisa- Están hechos el uno para el otro.

Me miró como si hubiera dicho algo mal y se aclaró la garganta.

"No vi a Jos en mucho tiempo. Apenas salía con los chicos, y cuando lo hacía casi nunca hablaba. Era como estar con un zombie"

Un pinchazo de dolor me recorrió el cuerpo, pero agradecí que me estuviera contando la verdad.

-Pero, al parecer, los meses lo ayudaron. Continuó en la música. Y también con su vida...

-Entonces... Yo llegué a arruinarlo todo...

-No digas eso... - me pidió.

-Sabes que es la verdad. Si no fuera por mi, nada de esto estaría pasando- unas lágrimas amenazaron con escapar. Otra vez.

-No hablas en serio, ¿O si? Que volvieras es lo mejor que me ha pasado en los últimos seis años.

-Pero...

-No quiero volver a oírte decir eso- posó su vista en la ventana de la sala- Creo que no es bueno que hablemos en este momento sobre todo esto. Mejor mañana. Cuando estés más tranquila- Me rodeó con un brazo. Tomó el bote de helado y comenzó a comérselo ella.

Cuando terminó la película y me fui a la cama, me sentí agotada. Habían sido demasiadas cosas en sólo un día.

Me recosté un momento y sin darme cuenta, me quedé dormida.

A la mañana siguiente mi primer pensamiento fue Él.

Jos. Jos. Jos.

Caminé hacía el baño, y me miré al espejo. Me veía igual de mal como me sentía.

Tomé un baño y me cambié de ropa, pero eso no ayudó a que se aclarará mi mente. No tenia idea que hacer o que pensar.

Jos. Jos. Jos.

Bien, tal vez si tenía algo que pensar. Pero Él en mi cabeza sólo lograba que quisiera llorar.

Andrea se fue temprano a la oficina, porque tenía trabajo pendiente. Me preguntó si estaría bien y me prometió que hablaríamos en cuanto regresara.

Así que me preparé para un día de no hacer nada.

La casa estaba ordenada, y no quería salir a pedir trabajo, así que decidí poner una película (esta vez una buena) y esperar pacientemente a mi hermana sin volverme loca.

Excelente plan.

Era media mañana, la luz y el viento entraba por las ventanas abiertas, cuando sonó el timbre de la puerta.

Fui a ver quien era, todavía descalza y con el plato de cereal en la mano.

-¿Quien es?- pregunté.

Nadie contestó.

-Dije que quien es... -solté mientras abría la puerta.

En cuanto lo vi, mi corazón se detuvo. Hubiera sido menos extraño que el presidente estuviera parado frente a mi puerta. El plato se me resbaló de la mano y cayó al suelo, haciéndose pedazos.

Pero yo no apartaba mi vista de la persona parada frente a mi.

Creí que el tiempo de había detenido. Y sólo logré decir una cosa.

-¿¿Qué haces aquí??

Por Él | JC | #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora