-¿Tengo que ir?- me quejé como si tuviera 9 años.
-Es la boda de tu prima, Mónica- dijo Andrea como si fuera mi madre.
-No- me defendí- es el ENSAYO de la boda de mi prima. Técnicamente no es necesario que vaya.
-Da igual. Tienes que ir.
-¿Por qué?
-Porque yo lo digo.
-Noooooo...
-¡Mónica!
-Noooo...
-Sigues comportandote como una niña.
Le saqué la lengua.
-Que madura... - dijo con sarcasmo- Tienes que ir.
-La edad te está amargando...
Me lanzó una mirada de "Di una palabra más, y no respondo"
Suspiré, derrotada.
Sabía que tenía que ir. Pero estaba aterrada. Él estaría ahí, definitivamente.
¿Qué pasaría? ¿Hablaríamos? Por lo de la nota en el periodico, claro, o ¿Sencillamente me ingnoraria?
No quería saberlo.
Mi hermana caminaba de un lado a otro, moviendo objetos a un lado, recogiendo otros.
-Vamos, muévete, se nos hará tarde- me tomó de las muñecas para levantarme del sillón donde yo sólo la observaba- Cambiate.
-No tengo nada para la ocasión- dije como último recurso.
-Te prestarle algo.
Genial...
-Ok...
Se alejó por el pasillo, haciendo sonar sus tacones en el suelo de madera. La cola de su vestido violeta ondeaba a sus espaldas.
-¿Por que tenemos que ir tan formales a un ensayo?
Volvió unos segundos después con un vestido azul largo sobre el brazo.
-Porque después es la despedida de soltera de Criss... - extendió hacia mi el vestido.
-Pero...
-Pero nada...
-Bien... - lo tomé y corrí a vestirme.
Me miré al espejo. El vestido era muy bonito. Pero yo parecia una extraña en el. Mi cabello estaba desordenado y tenia el rostro algo pálido. Y el hecho de que estuviera temblando de pies a cabeza no ayudaba en nada.
-Tranquila- mi hermana estaba recargada sobre el marco de la puerta, mirándome con cariño- Todo va a salir bien. Pasará lo que tenga que pasar.
Respiré hondo y saqué el aire, intentando relajarme.
-Todo va a salir bien- dije para intentar convencerme a mi misma.
-Exacto- rectificó mi hermana, apretándome tiernamente los hombros- Solo hay que arreglar ese cabello.
10 minutos después, unas delicadas ondas oscuras me caían por la espalda.
¡Ese no podía ser mi cabello! Estaba tan bonito...
-Lista- Andrea sonrió ante su obra, como un pintor a su cuadro- ¿Qué tal un poco de maquillaje?
La miré como si estuviera loca.
-Ni lo sueñes...
-Vamos, sólo un poco...
Luché. Lo más que pude, pero al final, como siempre, logró convencerme.
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Por Él | JC | #2
Romance«A lo largo de nuestra vida nos encontramos con infinidad de personas. Algunas pasan de largo y son olvidadas entre el mar de rostros. Otras pueden marcarte en tu camino, y te acompañan por él, más tiempo del que te hubieras imaginado. Luego están...