Capítulo 2 "Nuevo/Viejo Hogar"

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-Llegamos- informó mi hermano.

Nos habíamos detenido en una bonita zona de departamentos blancos.

-¿Vives aquí?- dije mirando a Andrea.

-VIVIMOS aquí- me corrigió y guiñó un ojo.
Sacamos las maletas del auto y entramos.

Era impresionante. El vestíbulo era acogedor y tranquilo. Una amable recepcionista nos sonrió mientras nos dirigimos al elevador.

-Woow... - repetí por quinta vez.

-Ya basta... - me dijo mi hermana y me dio un empujoncito juguetón en el hombro.

Nos dirigimos por el pasillo hasta la última puerta. Andrea sacó sus llaves y abrió.

Era tal como me lo imaginaba. No parecía el departamento de un adulto.

Las paredes estaban pintadas de blanco y azul, y por todas partes había fotografías pegadas. Del techo colgaban algunos pajaritos de papel y estrellas. Había extensiones llenas de pequeños focos y muchos dibujos.

Los muebles eran una mezcla de antiguos y nuevos. Ninguna de las cosas que había ahí era igual.

Lo adoré.

No pide evitar soltar un grito.

-¿Te gusta?

-¿Qué si me gusta? ¡Me encanta!

Mi hermana me dedico una enorme sonrisa.

-Ven, te enseñaré tu habitación...- me tomó de la mano y me guió por el pasillo. Sebastián se quedó en la sala.

-El departamento tiene dos habitaciones, un baño, cocina y comedor, así que no me hace falta nada. Espero que a ti tampoco.

-Está perfecto- contesté.

-Es aquí.

La puerta era blanca. Al igual que el resto de la habitación.

-Intenté dejarla lo más vacía posible para que tu puedas agregarle lo que quieras- me explicó.

La cama individual estaba cubierta de almohadas y sábanas blancas, tenia un escritorio y algunas repisas iluminadas por la luz que entraba desde la ventana. El closet estaba abierto y vacío.

-¿Este es mi cuarto?- pregunté, asombrada.
-Claro.

Sonreí. Mi cuarto en casa de mis padres era muy bonito y grande, pero jamás lo había sentido completamente mío. Ahí sólo llevaba unos minutos y ya me sentía como en casa.

-Lo que no pude evitar decorar es el techo- agregó.

Miré hacia arriba y solté un gritito. El techo estaba hermosamente pintado con estrellas y nebulosas de colores sobre un espacio oscuro. Toques de lila, azul, verde y blanco, bailaban por toda la superficie.

-¿Te gusta?- me preguntó- mi habitación también la tiene. Tengo un amigo que es artista y el me ayudó a que se viera así.

Yo estaba a punto de llorar. Todo eso era realmente perfecto. Iba a vivir con mi hermana después de casi seis años separadas. Había terminado la escuela así que buscaría un empleo y podría buscar un curso de fotografía. Le preguntaría a Andrea por el suyo. Eso era algo que compartíamos. El amor hacia la fotografía. 

-¿Te ayudó a desempacar y luego vamos a comer? Sebastián debe de estar desesprado.

-Por supuesto- dije sonriendo.

Mi vida parecía estar arreglada.

Pero hacia falta algo.En realidad, alguien.

Por Él | JC | #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora