Capítulo 13 "Smokings"

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Un horrible sonido me despertó.

Entre abrí mis ojos adormilados y me encontré con Andrea parada frente a mi.

Pero algo se veía entraño, su rostro estaba cubierto con un objeto.

Entonces el horrible sonido se hizo presente de nuevo.

Lo reconocí entonces.

¿Una trompeta?

-¡A levantarse!- dijo.

Volvió a tocar el instrumento.

-¡Basta!- mi voz sonaba ronca.

Me tapé la cabeza con la cobija.

-¡Soldado! ¡Arriba!- dijo.

Abrí un poco mi escondite para mirarla con un sólo ojo.

-¿Eres un sargento?

-¡Sargento de la moda!- gritó como respuesta.

Mi hermana enloqueció.

-¿Qué?

Ella suspiró, vencida. Dejó la trompeta en el suelo.

-Vamos, no lo hagas más difícil. De todas formas, tenemos que ir por tu vestido para la boda...

-Puedo ir con pantalón...

-Y los zapatos... - dijo ignorando mi intervención

-Puedo ir descalza...

Me miró severamente.

-No- se acercó un poco- Absolutamente no.

Hice mi mejor defensa ninja, poniendo los brazos frente a mi cara.

-Y necesitamos un corte de cabello...

-¡Así está bien mi cabello!- dije llevándome las manos a la cabeza.

Andrea frunció los labios y negó.

-Lista en 5. O si no...

-¿O si no qué?- la reté.

Se acercó y comenzó a hacerme cosquillas. Al instante me quedé sin aire y comencé a retorcerme intentando que parara.

-¡Está bien, está bien!- me rendí.

Se levantó con una sonrisa triunfante. 

-Cinco minutos- dijo.

Me vestí lo más rápido que pude.

Condujo unos diez minutos hasta el centro comercial más cercano.

El lugar estaba bastante vacío. Como era temprano, la mayoría de las tiendas estaban cerradas o sólo comenzaban a abrir.

Andrea me condujo a una de las boutiques, que mostraban unos maniquíes con vestidos largos.

Después de un rato de merodear por montones de vestidos de colores, con sus respectivos accesorios, mi hermana desistió.

-Aquí no hay nada- dijo- Deberíamos seguir buscando.

-¿No hay nada? ¡Pero si estaba lleno de vestidos!

Negó, tomó mi mano y me arrastró fuera.

En la siguiente tienda, Andrea tomó un vestido rosa claro.

-¡Oh no! ¡Claro que no! Nada rosa- la detuve.

-¡Pero se te verá muy bien!

-Rosa, no- repetí, haciendo pucheros como una niña.

Mi hermana volteó los ojos.

-Si que eres difícil, Mónica...

La mañana continuó de la misma manera: mi hermana me mostraba vestidos y yo los rechazaba. A veces aceptaba probarme alguno, pero entonces, era Andrea la que se negaba a comprarlo.

-Busquemos en otro lugar.

Caminamos por el centro comercial, mirando los a paradores de las tiendas. Yo no era muy fanática de las compras, o de la ropa, pero tenía que aceptar que me estaba divirtiendo. Andrea y yo, paseando por el centro comercial, viéndola quejarse, haciéndola enfadar. Si, era divertido. Casi podía olvidarme de lo que estaba sucediendo a nuestro alrededor. Casi.
Estaba perdida en mis pensamientos, cuando mi hermana vio una tienda que le llamó la atención y me jaló hasta allá.

Nos dirigimos a la sección de ropa elegante (como sea que se llame) y comenzamos a buscar. O al menos Andrea buscaba. Yo me dedicaba a pasar la mano por las telas suaves, tarareando.

Frente a mi se encontraba el área de caballeros. Ahí casi todo era blanco y negro, sólo había unos cuantos sacos azules o verdes.

Una música de fondo, llenaba el lugar. Comencé a tararearla sin percatarme de cuál era, sólo seguía el ritmo con mis dedos sobre la madera de los estantes de la tienda.

Entonces la recordé.

La canción.

La voz.

Era Jos.

Me callé al instante. Aaaagghhh, se metía en mi cabeza de todas las maneras posibles.

-¿Moni?- dijo una voz detrás de mi.

Salté un poco. Pero era sólo Andrea.

-¿Si?- dije mientras me daba la vuelta. 

-Tengo el vestido perfecto- dijo con entusiasmo- Pruébatelo y lo verás.

El vestido era color crema, casi blanco. Solo estaba cubierto uno de los hombros por una tela hasta la muñeca. El borde llegaba un poco más arriba de la rodilla.

Era precioso. Hasta yo lo sabía.

-Es muy bonito- dije acariciando la tela.

-Lo sé- contestó ella- Vamos, pruebatelo.

Me lo entregó y nos dirigimos a los vestidores. Pasamos por los vestidores para hombres, y justo enfrente, llegamos al que tenia una placa en la que se leía "Mujeres", me dieron un número y entré. Mi hermana se sentó a esperarme afuera.
El probador era pequeño: tenia un espejo en un lado de la pared y unas clavijas para la ropa.

Con algo de dificultad, me puse la prenda color crema.

Era muy cómodo. Y estaba muy sorprendida de como se veía cuando lo traía puesto. Me sentí transportada a la Grecia antigua.

Abrí la puerta del probador y me encontré con mi hermana.

-Cielos... -suspiró.

-¿Qué?- miré hacia el vestido sobre mi cuerpo para encontrar que la había sorprendido tanto.

-Te ves...

Levanté la mirada.

Detrás de Andrea, fuera de las puertas de los probadores para hombres, se encontraban cinco chicos dentro de unos elegantes smokings negros.

Se encontraban lejos para escucharlos, pero estaba casi segura de haber visto mi nombre dicho en los labios de Freddy. Alan parecía sorprendido pero no demasiado, suponía que la razón era que ya nos habíamos visto. Bryan abrió mucho los ojos y tragó saliva. Alonso parecía que había visto un fantasma.

El rostro de Jos tuvo un cambio repentino. Un segundo antes, una sonrisa inundaba su rostro, pero en cuanto nuestros ojos se encontraron sus labios se juntaron en una línea recta y sería. Sus ojos brillantes me lanzaron un destello de algo que ya no sabía reconocer, pero no tuve oportunidad de averiguarlo porque pronto, ese destello fue sustituido por una mirada dura como piedra.

Mis piernas comenzaron a fallar cuando se dio la vuelta, dispuesto a salir del lugar lo antes posible.

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¡Holaaaaa! Nuevo capítulo. Espero que les guste :D
Las cosas ya se están poniendo tensas entre Jos y Mónica. ¿Por qué huye Él? Ya lo sabremos.
No olviden votar y comentar <3
PD: Imagínense a los chicos más grandes xD
¡Gracias por leer!

Por Él | JC | #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora