CAPITULO 14

531 64 93
                                    

    

―¡Cúbranlo! ¡Que no le dé el sol! ―En un intento de que el sol no alcanzara a Kyojuro, los cazadores se lanzaron contra el con la intención de cubrirlo del sol con sus haoris entre ellos Zenitsu, luego procedieron a arrastrarlo a la sombra más cercana. Fue un gesto muy noble, aunque exageraran a la hora de querer cubrirlo. Solo dos haoris fueron necesarias, la suya y la de Zenitsu.

Mientras los Kakushis llegaban debían atender a los heridos desde civiles hasta cazadores y Kyojuro no se quedó en la sombra. Con una haori atada en la cabeza se movía de un lado a otro recogiendo palos para improvisar torniquetes, el los juntaba y su padre hacia el trabajo de ayudar a los heridos. Zenitsu imitaba a Shinjuro con todo cuidado y señalando en algún momento que no había ninguna baja, solo heridos. Adjudico la Azaña al Pilar, pero Shinjuro dijo que el único Pilar capaz de pelear sin bajas era su hijo, Kyojuro peleo cuidando de los demás.

― ¿Qué pasa? ―Zenitsu fue detenido antes de ayudar a otro cazador. Kyojuro le agarro la cabeza sin nada de cuidado examinándolo, sin cuidado arranco una parte de la haori de su padre y vendo la cabeza del menor, se concentró en uno de sus oídos cubriéndolo totalmente. ―Oh, gracias. Solo fue un gol.. ¡Aaa! ―Kyojuro no espero a que terminara de hablar y lo arrempujo a ayudar.

Cuando los Kakushis llegaron se pudieron retirar a la finca mariposa. Kyojuro manifestó su cansancio dejándose caer en la espalda de su padre y a Shinjuro no le quedó más remedio que cargarlo. El gorrión de Zenitsu apareció aterrizando en las manos del rubio, y trasmitió un mensaje que hizo sonreír al rubio.

― Tanjiro e Inosuke están bien ―Expreso aliviado. Había estado preocupado por sus amigos.

Minutos después apareció el cuervo de Shinjuro aterrizando en el hombro de Zenitsu. Tenía más trabajo que de costumbre así que era normal que apenas y pudiera respirar.

― ¡Tu pichón salvaje está bien! ―Grito otorgándole paz a Shinjuro. ― ¡Todos los Pilares están vivos! ―Se fue en cuanto termino de hablar. Minutos después el gorrión de Zenitsu se fue con más calma.

― ¿Por qué mi mensajero es un gorrión? ―Pregunto Zenitsu al Pilar.

―Porque pueden hacer lo mismo que los cuervos ―Respondió. La charla no era más que para relajar al más joven, había sido una noche estresante y mientras lo tuviera a su lado era su responsabilidad. ―Agradece que no te toco un águila. Te juegas la vida cada que aterrizan.

― ¿Águilas? ¿Qué más han tenido? ―Zenitsu sonrió curioso.

―Hace años había búhos, Pero dejaron de implementarlos porque era muy aterrador un ave que gira su cabeza y habla. Hubo guacamayas, pero rápidamente las descartaban porque eran muy habladoras.

Zenitsu se rio de solo imaginar a un mensajero parlanchín o girando la cabeza.

Kyojuro interrumpió su charla con un grito ahogado y moviendo sus piernas en una rabieta.

― ¿Qué le sucede?

―Tiene sueño ―Kyojuro había estado apoyado en su hombro la mayor parte del tiempo, pero no se dormía. ―Kyojuro, duérmete. ―Le pidió, pero claro que no lo obedeció. ―Kyojuro siguió pataleando, era obvio que estaba cansado por el constante uso de su técnica de sangre, pero no accedía a dormirse.

La finca mariposa tenia daños de pelea y los Kakushis se movían como hormigas ayudando a los heridos. La actividad era menos en la casa principal, solo uno que otro buscaba medicina o equipo médico. Bajo a Kyojuro en la sombra de los pasillos y este tomo un rumbo fijo a paso lento.

―Es bueno verlos bien―Shinobu apareció por los pasillos con un brazo vendado, y rasguños en la cara. Se veía demacrada pero una sonrisa adornaba su rostro. Ambos asintieron por las palabras de la Pilar, pero Zenitsu rápido los dejo solos para ir a perseguir a Kyojuro.

PAPÁ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora