Lindsey
El crugir de las gomas contra el asfalto me indica que acabamos de llegar a la villa. El gran portón se abre de par en par y deja ver mi nueva residencia frente a mí. La sonrisa que tengo dibujada en mi rostro no se borra ni con corrector. Me enderezo para salir fuera, pero la mano que Warren ha depositado en mi muslo, presiona con más fuerza haciendo que me quede dentro para verle a la cara.
—¿Probarás entonces lo que hablamos? —sisea y tímidamente bajo mi rostro sintiendo vergüenza.
Asiento pero sin verle al rostro ahora, el coraje si se tiró por aquel barranco. Su cara va directo a mi oído y su barba me eriza hasta partes del cuerpo que no están haciendo contacto con ella.
—Tengo muchísimas ganas de ver que tanto vas a demostrarme nena —murmura y todo lo siento darme vueltas—, ya te probé y me dejaste enviciado, eres como una maldita droga en mi sistema. Desde aquel día que llegaste no dejo de pensarte en las miles de posiciones
Su mano que antes estaba en mi muslo, va subiendo poco a poco hasta que toca la tela de la saya que tengo puesta. Mi vista está perdida ahí, en su mano y como ahora y con suavidad se adentra poco a poco bajo la tela.
—Me encanta como tu piel reacciona a mis toques —susurra y mi puslo ya acelerado toma casi mil kilómetros por horas dentro de mí.
Todo a su paso va poniéndose de gallina y el calor que se va acumulando entre mis piernas, no deja de pasarme desapercivido. Sus dedos rozan el comienzo de mis bragas y siento sus ojos en mí todo el tiempo. Miro su rostro ahora directamente y luego sus labios. Los mismos están entreabiertos y arremeto contra ellos.
Su cuerpo reacciona justo al instante y su lengua invade mi cavidad bucal, busca la mía y juega con ella. La saborea y muerde al mismo tiempo mi labio inferior y superior. Me cuesta seguirle su ritmo, pero al cabo de segundos en ello, lo tomo y mis manos van a sus cabellos. Me pego más a él y su forma de comerme la boca, me vuelve completamente fuera de mí, su mano ahí en ese lugar comienza a moverse por encima de la braga.
Gimo, jadeo y suspiro cuando lo siento que toca mi sexo ahora con sus dedos, lo siento sin ninguna tela de por medio. Me derrito con cada movimiento que estos trazan sobre el y como su boca baja a mi cuello perdiéndose en el mismo.
Me remuevo precibiendo todo acumularse dentro de mí, mi interior grita de necesidad y la llama que siento dentro, solo se hace más y más fuerte. Mi espalda se arquea instintivamente dándole mayor acceso a mis pechos, los mismos que muerde bruscamente por encima de la tela.
—Estás tan mojada por mí —gruñe entre mis tetas.
Pero de pronto algo lo frena, es como si yo quemara en sus manos. Se aleja con brusquedad de mí y me abruma su reacción.
—¿Qué sucede? —logro preguntar.
—Si sigo no podré parar Lin —me dice casi tragando fuerte.
Veo su pecho subir y bajar y cómo ahora lleva sus dedos a su boca. Los mismos que antes estaban dentro de mí, tocándome y deslizándose en mi humedad. Mete primero uno degustando con ganas, sus ojos no dejan de verme de forma oscura. Pero con cada uno hace lo mismo. Lento y tortuoso haciendo que todo se me acumule aún más.
Intento nuevamente ir a por él, pero niega al instante.
—No voy a follar contigo aquí Lin —habla ahora y veo su lengua relamer su labio superior.
—¿Por qué? —inquiero como una niña cruzándome de brazos.
—Tu primera vez no será en un carro —responde mientras no deja de verme—, ahora sal primero tú.

ESTÁS LEYENDO
Eres Irreal
Science FictionDiría que he vivido pero es mentira, mi mente ha vivido. Ella ha disfrutado recreándose en una vaga ilusión que se hizo cada vez más y más fuerte. Me advertían de los peligros de usarlo... pero.. ¿Acaso quién no lo hubiese hecho en mi lugar? Estab...