Lindsey
Su ceño fruncido espera una respuesta de mi parte, y no es que me sea tan difícil pedir disculpas por mis errores. Simplemente estoy anonadada con lo que acabo de precenciar. Es tan varonil que todo él denota perfección.
—Estoy esperando —añade algo impaciente.
—¿Por qué estaba aquel chico allá cantando por ti?
Miro sus ojos que se desvían de los míos para quedarse en algún punto del estudio. Noto como que evade mi pregunta y es raro, algo pasa y no entiendo.
—¿Lo publicarás nuevamente?
Su pregunta me deja atónita, deja mi mente en blanco porque no puedo asimilar que él realmente aún crea que yo hice eso y que por mí estamos así. Trato de profundizar mi respiración para calmarme y no reventarle lo primero que vea en la cabeza.
Inhalo... Exhalo... Inhalo.
—¿Qué diablos haces? —increpa casi burlándose.
—Relajándome para no atentar contra tu vida.
Ríe a carcajadas sentándose en la banqueta de nuevo.
—Sabes que sería muy capaz de eso —decreto y asiente dos veces.
—Eres una chica muy violenta Lindsey —comenta y mi nombre suena tan bien saliendo de sus cuerdas vocales.
—Tú sacas lo peor de mí como nadie —le respondo y me mira sonriendo.
Mi pecho se agita con ver cómo me sonríe ya que nunca antes había estado así tan relajado conmigo. Nos quedamos en silencio viéndonos directamente, pero no hay incomodidad entre ambos.
—Lo siento —susurro bajito ya que estamos cerca—. Siento haberte juzgado sin conocerte realmente. Sin embargo, por enécima vez te digo que yo no publiqué el vídeo.
Su ceja se levanta y pone una expresión analítica.
—¿Serio?
—Sí, yo no lo publiqué.
Al terminar de hablar otra vez se hace silencio de parte de ambos.
—Tuve una operación en las cuerdas vocales, por eso no me viste cantando y justo el tiempo en que me operaron mamá muere. Fue algo duro, realmente me destrozó por dentro.
Su rostro se contrae con nostalgia y siento un pinchazo en mi pecho al oírle decir eso.
—Lo siento tanto...
—Pero sabes qué fue lo que más dolió, no solo el hecho de que haya muerto así de pronto sino el que ni siquiera le dirigía la palabra. Llevaba años sin hablarle a mi madre...
No termina porque siento como si algo se rompiese dentro de él al hablar de eso. Y me duele, siento su dolor porque debe ser duro. Tantas cosas que decir y tanto que se queda dentro cuando te arrebatan personas así tan fríamente.
Las despedidas repentinas hacen que siempre queden cosas que decir o hacer con esa persona, y que nos pasemos la vida lamentándonos por eso. Aún más no imagino cómo se sentiría él que ni siquiera le hablaba años antes, al fin y al cabo es su madre. Las madres son todo en la vida, mamá siempre está para todo.
—No sé ni que decirte.
Y es la verdad estoy realmente sin palabras porque nunca he lididado con casos así.
—No tienes que decir nada, estoy bien. Esa es la razón por la que viste al hombre cantando aquel día por mí. El éxito debía seguir y la verdad no me salía cantar, ni hablaba casi con nadie, estuve así por meses. Entonces Zacc tuvo que tomar cartas en el asunto y gracias al cielo, apareció un tío que me imita a la perfección, pero no llega a los tonos altos. Y con algunos arreglos se hace como si fuese yo.

ESTÁS LEYENDO
Eres Irreal
Science FictionDiría que he vivido pero es mentira, mi mente ha vivido. Ella ha disfrutado recreándose en una vaga ilusión que se hizo cada vez más y más fuerte. Me advertían de los peligros de usarlo... pero.. ¿Acaso quién no lo hubiese hecho en mi lugar? Estab...