Lindsey
La furia de mi padre crece en segundos, sus puños están tan apretados que siento que si ahora mismo lo pincho explotaría. No doy lugar a que siga así, él siempre ha sido el hombre más importante de mi vida, pero la ley de la vida es esa. Los hijos tienen que hacer sus vidas, no seré su niña chiquita toda la vida.
Toco sus puños y se van ablandando poco a poco. Su mirada busca la mía y noto que también se va suavizando.
—Te amo muchísimo papá —le hablo—, pero es hora de que aceptes que no soy una niña pequeña.
—Para mí siempre lo serás y no voy a permitir que nadie te joda nunca —refuta.
—Pero así es la vida, las personas siempre nos harán daño de una forma u otra, incluso hasta los que más amamos. Quiero que me dejes desarrolarme sola, que me dejes tropezar las veces que sean necesarias...
—Nunca voy a permitir que pudiendo evitar tus caídas, solo me quede cruzado de brazos.
—Todos caeremos alguna vez papá, y me duele que no sepas dejarme fluir. ¿Acaso no confías en mí?
Sus ojos buscan los míos y puedo notar todo su dolor en ellos. Siempre he sido como él mismo me dice siempre "La luz de sus ojos".
—Confío en ti, pero no confío en él —repone molesto.
—Pero yo sí y lo amo, fue el hombre que elegí —expreso con cuidado.
—Andrew es mucho mejor que él, ¿sabes que estuvo hasta en una clínica por uso de drogas? —comenta y Warren se tensa a mis espaldas.
—Nada es tan simple, todos y cada uno tenemos un pasado. A veces tomamos decisiones y tras esas desiciones hay fuertes razones detrás. Él está limpio y yo confío en él. Andrew me hizo más daño del que puedas imaginar, ni en mis peores pesadillas tendría algo con él nuevamente.
Se queda en silencio y ahora mira al roquero, su mirada aún está airada pero ya está más calmado. Tras un rato me quito entre ambos, para que hablen como personas los dos.
—Siento que hayamos empezado con el pie izquierdo señor Spark —le dice mi chico y agradezco que intente ser razonable con mi padre.
Creo que no soportaría el hecho de verlos odiándose todo el tiempo.
Los ojos de mi padre van a los míos, y le indico que hable con él.
—¿Le harás daño a mi hija Warren? —replica con un tono sobrio.
—Trataré de no hacerlo señor —le contesta él—, Lindsey es muy importante para mí y como ella dijo, quiero algo realmente serio con ella. Aunque todo empezó fingiendo, hoy se hizo una realidad.
—Espero que por tu bien no le hagas daño, porque me encargaré personalmente de ti —amenaza papá.
Río para mis adentros por la escena, noto que mamá hace lo mismo y sonriendo se acerca hasta mi chico.
—Un gusto para mi Warren y me alegra que hagas feliz a mi hija, eso es lo más importante —afirma y se inclina para darle dos besos en la mejilla.
Mi pecho se hincha con fuerza ante ellos. Mi padre ahora le tiende la mano y Warren no espera en condescender la acción. Luego se marchan al cabo de unos treinta minutos después.
Nos dirigimos hasta la villa y ahí paso los momentos más felices junto a él.
***
Cuatro años después
LindseyEl sonido de la alarma me hace dar un respingo y el chico que tengo a mi lado sigue como si nada.

ESTÁS LEYENDO
Eres Irreal
Science-FictionDiría que he vivido pero es mentira, mi mente ha vivido. Ella ha disfrutado recreándose en una vaga ilusión que se hizo cada vez más y más fuerte. Me advertían de los peligros de usarlo... pero.. ¿Acaso quién no lo hubiese hecho en mi lugar? Estab...