I

171 14 2
                                    

LindseyAños atrás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lindsey
Años atrás...

El crugir de las ramas bajo mis pies me hace pensar que sabe que dirección estoy siguiendo. Sus fuertes pisadas tras de mí cada vez las siento más cerca. Tiemblo solo de pensar que me vio realmente.

Esas cosas me suceden a mí por ser tan fisgona. Obvio cualquiera en mi lugar se volvería loca, y yo lo hice. Me volví loca al ver todo lo que podía hacer años atrás, ahora disfruto de ello pero con el temor agregado en la adrenalina que me recorre el sistema.

Increíblemente, correr te saca el aliento y más si lo haces respirando por la nariz, lo acabo de comprobar.

—¡Las pagarás de una forma muy mala sino te detienes! —me grita con su voz ronca desde atrás.

Pero mantengo el ritmo, espero ser lo suficientemente rápida para perderlo. Sin embargo, su mano me agarra y me frena de golpe.

¡Al parecer no lo soy!

Me gira quedando frente a mí y mirándome de muy mala manera. Estamos solos, él, yo y el bosque que nos rodea.

Sus intensos ojos verdes me ven muy furiosos.

—¿Cuánto quieres? —bufa de una vez.

Su voz es ronca, cosa que le favorece. Quién diría que el cantante principal de la más oída banda de rock realmente no canta en verdad. Tuerzo los ojos sacudiendo mi cabeza con burla.

Me zafo del agarre de un tirón y se pone a la defensiva, sé que estaría dispuesto a hacer otro maratón más si yo lo propongo.

Muchas estarían derritiéndose ahora mismo por tener al mismísimo Warren o mejor dicho Ren frente a ellas.

—No quiero nada, ni siquiera me importa tu vida —contesto con falta de aliento.

Sus cejas se levantan iracundas, sus ojos verdes me detallan con la mirada.

—¡Mientes! ¿Desde cuándo me sigues?

«¿Seguirlo? ¿A él?»

Río con sarcasmo y él abre sus ojos de par en par. Cuando no paro de reír pasa su mano por el rubio cabello que tiene, obviamente teñido. Sus gruesas venas relucen en sus manos haciendo que me pierda por unos instantes en ellas.

—No te sigo, solo pasaba por aquí —digo con la respiración hecha un lío por burlarme a su costa.

Sus ojos expresan todo con claridad, sé que no me cree y que está muy cabreado.

—No te creo una mierda lo que dices —masculla y pongo los ojos en blanco.

—¿Cómo te explico que no me interesa tu vida joder? A mí me da igualito que cantes, que finjas que cantes, que comas o que te metan una intravenosa —añado fastidiada.

Eres IrrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora