Capitulo XV [+18]

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Aquellos se quedaron en la mesa mientras Tony mantenía aquella cara de molestia, ahora nadie sabía si era por Elvira o por lo que había dicho Gina.

-Many: ¿Qué pasa, Tony?

-T: Estoy cansado de Elvira... Es todo...

-Many: No me gusta decirlo, pero... Te lo dije...

-M: Many, creo que no es momento...

Dijo Miguel viendo un poco a ambos.

-T: Lo que pasa es que tiene razón... Y me enoja aceptarlo.

Miguel negó un poco, mientras Tony seguía con la molestia en su rostro.

-T: Miguel... Quiero hablar contigo... Ahora.

Dijo Tony de manera firme y demandante, Miguel por su parte lo miró un poco y Many de igual manera.

-M: ¿Ahora mismo?

-T: Sí, ahora mismo.

Tony se levantó de la mesa mientras caminaba a la oficina y Miguel detrás de él. Una vez estaban subiendo las escaleras Miguel preguntó:

-M: ¿Acerca de qué necesitas hablar?

-T: Ya verás... Entra.

Dijo de la misma manera firme y demandante de antes, Miguel únicamente asintió y entró a la oficina.

-M: Y... ¿De qué vamos a hablar?

Tony entró a la oficina para después cerrar la puerta con seguro, mientras observaba fijamente a Miguel.

-T: Si Gina vuelve con el tema de Jocelyn... Le dirás qué no te interesa en lo absoluto ¿De acuerdo?

-M: ...¿Por qué?

-T: ¿Qué fue lo que te dije, chico? Eres mío... Solo mío.

Dijo Tony mientras se acercaba más a Miguel tratando de acorralar al mexicano.

-T: Te lo dije... Y te lo repetiría cuántas veces fuera necesario para que te quede claro y jamás se te olvide... Eres mío, Miguel... Tú cuerpo me pertenece.

-M: ¿Tuyo?... ¿Sabes, Tony? No soy un objeto al que puedas declarar tuyo... No te pertenezco a tí ni a nadie.

Replicó Miguel con una pequeña sonrisa que podría retar al cubano. Por su parte, Tony solo lo miró con una cara difícil de explicar, como si aquellas palabras de Miguel fuesen un reto hacia él, un reto que estaría dispuesto a tomar sin pensarlo dos veces, por lo que una vez estuvo lo suficientemente cerca de él, lo sujetó de las caderas mientras lo veía con una mirada y sonrisa que mezclaba desafío, picardía, deseo y pasión.

-T: Ya verás que sí, mi chico.

Miguel al ver el lenguaje corporal de Tony se puso nervioso y aún más al estar sometido a él con el agarre firme a sus caderas, y como si fuera poco al escucharlo decir "Mi chico", toda personalidad desafiante de Miguel se había esfumado, aquella valentía que tenía para retar a Tony había desaparecido, no quedaba ningún rastro de ella.
El corazón de Miguel latía con fuerza, sentía como si fuese a salirse de su pecho, estaba seguro que Tony podía escuchar sus latidos, por lo que un ligero sonrojo apareció en las mejillas del mexicano.

-T: ¿Qué pasa? ¿Te comió la lengua el ratón?

Dijo Tony mirándolo a los ojos aún con aquella expresión tan dominante hacia el mexicano.

𝕎𝕚𝕥𝕙 𝕒 𝕥𝕒𝕤𝕥𝕖 𝕠𝕗 𝕒 𝕡𝕠𝕚𝕤𝕠𝕟 𝕡𝕒𝕣𝕒𝕕𝕚𝕤𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora