Capitulo XXVI

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Miguel tendió la cobija que habían llevado sobre el piso, poniendo encima las canastas con la comida, para luego sentarse ahí esperando a Tony.

-M: Para ser la primera vez que montas a caballo, lo hiciste muy bien, Montana...

Dijo Miguel con una pequeña sonrisa mientras veía a Tony aproximarse a la cobija y sentarse ahí con Miguel.

-T: ¿En serio lo crees, chico?

-M: Estoy seguro...

Ambos sonrieron un poco mientras comenzaban a sacar las cosas de la cesta.

-T: Coño... Éste lugar es muy bonito... Se ve tranquilo, además de que el lago se ve muy fresco...

-M: Es mi lugar favorito desde que tengo memoria... Si quieres, podemos entrar al lago...

-T: ¿Podemos?

-M: Si, por supuesto... Aunque por el momento... Quiero recostarme aquí...

Dijo el mexicano mientras se recostaba en la cobija poniendo sus manos en su pecho y girando ligeramente su rostro a Tony.

-T: Miguel... Hay algo que me gustaría decirte, chico...

Miguel lo miró con un poco de curiosidad mientras se levantaba un poco para prestarle mayor atención.

-M: ¿Qué cosa?

Hubo un ligero silencio, únicamente interrumpido por un suspiro de Tony.

-T: No se cómo decirlo... Me es complicado hacerlo... Miguel... Desde la primera vez que te vi... Yo... Supe que... Me gustabas...

Miguel escuchaba todo con atención, mirando el rostro de Tony, el cual se veía ligeramente sudoroso y sonrojado además de que sus labios temblaban levemente.

-T: Sabes que éste tipo de cosas me cuestan decirlas... Además, sé que te dije que todo ésto sería sin sentimientos de por medio... Pero ni yo pude evitar mis propias reglas... Y ahora mismo... Me estoy tragando mis palabras, chico...

El cubano dirigió su nerviosa mirada al mexicano, como tratando de tomar más valor para seguir.

-T: Lo que quiero decir... Es que... Te amo, Miguel... Me enamoré de ti y ni siquiera supe cuando... Solo se que ahora no puedo dejar de pensar en ti, chico... Solo se que que ahora no quiero perderte... Que solo quiero estar contigo y que todo lo demás no me importa... Dejaría toda la vida que tengo en Miami por estar aquí contigo el resto de mi vida, chico... Eso es lo que me sucede... Siento que ya ni siquiera podría vivir si tú no estás a mi lado...

Miguel observó a Tony con el rostro perplejo y la boca entreabierta al escucharlo hablar, jamás imaginó que aquellas palabras salieran de la boca del cubano.

-M: Tony... Yo...

-T: Y se que probablemente tu no lo estés de mí por como te traté y todo lo que te hice pasar y-

Tony no terminó de hablar cuando Miguel lo interrumpió besando sus labios con una pequeña sonrisa, mientras sujetaba sus mejillas con firmeza, por lo que el cubano correspondió su beso casi al instante sonriendo de igual manera.
  Pasados unos segundos, Miguel se separó del beso, aún manteniendo la sonrisa en su rostro al igual que un sonrojo.

-M: Yo también te amo, Tony... Desde el primer momento me enamoré de ti... Y no sé porque... Si eras un patán, posesivo, celoso, narcisista, egocéntrico, obstinado e impulsivo... Pero así te amo...

𝕎𝕚𝕥𝕙 𝕒 𝕥𝕒𝕤𝕥𝕖 𝕠𝕗 𝕒 𝕡𝕠𝕚𝕤𝕠𝕟 𝕡𝕒𝕣𝕒𝕕𝕚𝕤𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora