Capitulo XXIV [+18]

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Miguel caminó de regreso a Tony con una pequeña sonrisa, para luego arrodillarse ante el cubano y comenzar a desabrochar la bragueta ajena, sin apartar la mirada del de la cicatriz.
   Ambos mantenían una ligera sonrisa pícara sabiendo lo que iba a pasar en aquella habitación.
   Sin demorarse mucho, Miguel introdujo el miembro de Tony a su boca, observando cada una de las expresiones del cubano, al igual que memorizaba cada una de ellas, ademas de los sonidos que el mayor soltaba.
   Tony colocó su mano izquierda en la nuca de Miguel, acariciando un poco su cabello para después enredar sus dedos ligeramente en el cabello del menor, halando un poco sin tratar de generarle molesta alguna.
   Unas pequeñas lágrimas empezaron a salir de los ojos de Miguel, debido a unas cuantaf arcadas que el mexicano habia tenido debido al tamaño del miembro del cubano.
   Unos cuantos segundos pasaron y Miguel se puso de pie para continuar quitando su ropa, una vez concluida dicha acción se sentó cuidadosamente en el regazo de Tony, introduciendo el miembro de Tony en su interior con delicadeza.
   Un ligero gemido se escapó de la boca de Miguel, mientras qie Tony sonreía ligeramente. Mirando igualmente las expresiones de Miguel con sumo detalle.
   El mexicano comenzó a alzar sus caderas para comenzar a embestirse a si mismo, mientras que tenía una expresión de total placer.
   Igualmente el cubano, tenia una expresión que era totalmente difícil de explicar, tenia los ojos abiertos mirando a Miguel con una mirada que increíblemente podría reflejar amor.
   El mexicano mantenía sus ojos cerrados, con su boca ligeramente abierta, mientras se sostenía de los hombros del cubano. Los sonidos que el menor dejaba salir hacían que el momento fuese más erótico para ambos.
   Unos cuantos minutos pasaron rápidamente, y la posición de aquellos hombres habia cambiado, Miguel se encontraba con la mitada de su cuerpo recostada en la cama, mientras que la parte inferior estaba suspendida en el aire.
    Tony tenia firmemente sujeta la cadera del menor, mientras que el embestía con velocidad y algo de fuerza, tenia su espalda completamente erguida, y su cabeza mirando al techo, mientras soltaba jadeos y gemidos con el nombre del mexicano "Miguel, Miguel" eso, los gemidos del contrario y sus pieles chocando, era lo único que se podía escuchar en aquella habitación, al igual que lo que emanaba de ella.
     La espalda perfectamente curbeada de Miguel acentuaba más sus músculos, cosa que Tony notó, por lo que una de sus manos descendió desde sus caderas hasta su espalda, acariciando sus músculos con delicadeza.
     Tony apartó las manos de las caderas de Miguel, para ponerlas a sus costados abrazándolo ligeramente. Para después morder un poco el hombro de Miguel por placer, haciendo que el menor soltara un jadeo de cierta satisfacción.
     El cubano por su parte sonrió un poco al esuchar a Miguel hacer aquel sonido, ambos se miraron con una pequeña sonrisa.
     El mayor salió ligeramente de Miguel, para después girarlo, quedando así el mexicano boca arriba, aprovechando para así besar al menor con deseo, Miguel correspondió su beso con algo de sorpresa mientras acariciaba su espalda delicadamente.
     Tony volvió a introducir su miembro dentro del contrario para asi, retomar la velocidad de las embestidas, por lo que Miguel clavó sus uñas en la espalda de Tony rasguñando asi al contrario, provocando que el cubano soltase un jadeo de ligero dolor y placer. Sonrió un poco y comenzó a besar el cuello del mexicano, dejando ligeras marcas y mordidas.
     Ambos comenzaron a sentir un ligero cosquilleo en su entrepierna, por lo que comenzaron a aumentar la velocidad en sus embestidas. Miguel bajó su mano a su propia entrepierna para comenzar a masturbarla y poder llegar al orgasmo al mismo tiempo que Tony.
     Unos cuantos segundos pasaron, y los gemidos de placer se hicieron aún mas presentes que antes, anunciando así ambos que habían terminado. Miguel ensució el abdomen de ambos, mientras que Tony lo hacía dentro de Miguel.
     Tony embistió un par de veces más y después salió de Miguel, dejándose caer después en la cama. Ambos tenían una ligera sonrisa y la respiración bastante agitada, mientras el sudor bajaba por su frente y otras partes del cuerpo.
     Los ojos de Tony se dirigieron hacia a Miguel aun manteniendo esa ligera sonrisa, por lo que Miguel le regresó la mirada también acompañada de kna sonrisa.

𝕎𝕚𝕥𝕙 𝕒 𝕥𝕒𝕤𝕥𝕖 𝕠𝕗 𝕒 𝕡𝕠𝕚𝕤𝕠𝕟 𝕡𝕒𝕣𝕒𝕕𝕚𝕤𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora