Capitulo 18

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No entendí mucho el punto. Me pareció apreciar que el hombre me trataba de decir que Esteban estuvo involucrado en la muerte de mi padre.

Eso era algo que no me esperaba en absoluto y sonaba a una total locura así que volví a insistir.

—¿Por qué el gobierno mató a mi padre?—Pregunté de una manera más astuta para tener la información completa.

—Porque descubrió algo que no debía y prometió que lo haría público.

Sus palabras me dejaron helada, literalmente sentí mucho frío. Quizá la presión se me bajó o tal vez mi cuerpo se paralizó para no seguir escuchando aquella historia. Lo que sea que estuviera pasando, no era bueno.

Todo se me reveló en ese momento. ¿Cómo pude ser tan tonta? Me pregunté una y otra vez mientras venían las imágenes de Esteban buscándome.

La tonta niña civil, invitada a salir por el presidente del país. ¡Qué ilusa y egoncentrica llegué a ser al creer que lo hacía por su viejo amor del pasado!

Yo, una chica tan normal que lo había bateado en la prepa ahora estaba siendo humillada por él. Fue muy duro para mí ese golpe, tanto que me quedé en el suelo tirada.

—¿Necesitas ayuda?—Me dijo el hombre rubio que me había abierto los ojos en ese momento.—Levántate por favor.

Minutos antes me había dicho que me secuestraron porque yo era la mejor arma contra el gobierno. Al escucharlo me hizo mucha gracia, creí que era un tipo de broma o que alguien intentaba satisfacerse con mi inocencia.

—¿Por qué me tuvieron encerrada en esa habitación?—Le pregunté cómo principal duda para desmentir todo eso.

—Tuvimos que raptarte. Era nuestra única oportunidad de traerte a nuestro lado.—Lo dijo con tanta seguridad que le creí esa actuación.—Casualmente, el grupo de tu segundo amigo también te buscaba. Nos fue más fácil arrebatarte de ellos que del propio gobierno.

Hablaba como si yo fuera un tipo de tesoro por el cual se pelean varios hombres hambrientos de dinero.

No me hizo sentir nada cómoda eso que me dijeron. Me sentí usada, como si mi situación actual no les importara y estuvieran aprovechandose. Eso era muy bajo para cualquiera de los tres grupos sin importar sus intenciones.

Al inicio yo no sentí nada por lo de mi padre, pero ahora que estaba conociendo la verdad tenía remordimiento pues él no era nada de lo que yo pensaba. Fue un padre responsable que siempre estuvo para mí y que desde las sombras me cuidó.

Ahora habían aparecido varios villanos que me lo restregaban en la cara.

—El gobierno te colocó algunos rastreadores. —Continuó con su versión de la historia.—Necesitabamos mantenerte lejos de su alcance. En esa habitación estarías a salvo mientras lograbamos deshacernos de todos los que te seguían. Cuando lo logramos, fuimos por ti, te sacamos el rastreador y ahora estás aquí. Disculpa el método y la falta de explicación pero no teníamos tiempo.

—¡Idiota!—Le grité con mucho sentimiento después de darle una cachetada.—¿Crees que me hiciste un favor?, ¿acaso me estás pidiendo las gracias?

Todos los que están espectadores me miraron mal. Me había atrevido a golpear a su líder. Algo que no estaba bien visto. Sentí como deseaba comerme con sus miradas pero en ese momento pudo más mi enojo y frustración que no me importó el sentir sus miradas de lobos.

El hombre no hizo nada. Sintió el dolor pero lo resistió sin darme una respuesta. Solo me miró con compasión y con muchas ganas de que yo hiciera su voluntad, pero no sería así.

La novia del presidente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora