Capitulo 41

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Una boda, ese evento con el que muchas chicas sueñan en llevar a cabo con el hombre que aman.

La mía en específico así sucedería. Esteban me lo había propuesto después de lo que vivimos en aquella dramática historia.

Eso había quedado en el pasado, solo unos recuerdos de los que ambos nos reiriamos en nuestras vidas.

La alegría que me invadía era inexplicable. Era tal y como lo soñé varias veces atrás.

Mi madre estaba ahí, muy cerca y emocionada con el evento. Las pocas personas que conocía llegaron también, no faltó ni uno, eso me alegró demasiada.

El evento fue muy privado, solo nuestros conocidos y más cercanos estaban ahí.

Lo sentía más por Esteban quien era sumamente popular, aún así, solo decidió invitar a sus amigos más cercanos y familia.

Pude notar que la fama se le bajó de inmediato, no sufrió por eso, incluso podría decir que lo disfrutaba.

Todo el tiempo tuvo una sonrisa en su rostro, aquella coqueta que me gustaba demasiado. De todo, puedo decir que eso fué lo que más me gustó en ese día. Su sonrisa me contagió plenamente, alegró mi corazón.

Nuestro pacto de amor fue sincero, nos vimos a los ojos como nunca antes... emocionados.

Estábamos compartiendo un destino que duraría mucho tiempo.

Me sorprendió mucho cuando el decidió renunciar a su puesto por mí. No deseaba que pensara que lo hacía por su puesto y no por amor. Tampoco quería casarme con alguien que estuviera en ese cargo por respeto a mi padre y por todo lo vivido, él lo entendió y decidió abandonar ese puesto por mí... es un gran detalle.

En poco tiempo me sentí locamente enamorada de él. Puedo decir que el amor era lo que nos unía.

Lloré como una boba. Desde que inició el día pude sentir que algo se apoderaba de mi. Era más que una emoción, vibraba con esa sensación al grado de llorar... simplemente era eso.

Las lágrimas llevaban felicidad pero también tristeza pues no podía olvidar lo mal que me porté con mi padre, pero de alguna forma, podía verlo y sentirlo ahí conmigo, ese fue mi regalo más grande.

Al llegar al altar traté de ponerme lo más seria posible, no quería llorar enfrente de todos, pero no pude evitarlo. Lloré y lloré desde que caminé hacia el interior de la iglesia. Sentí un poco de consuelo hasta que llegué al lado de Esteban, ahí sentí su protección.

La ceremonia fue lo que más me gustó de todo el evento. Al sentir que me estaba uniendo con alguien, las palabras que él sacerdote dijo, los aplausos y buena voluntad de dos, pensar que alguien más allá de nuestro entendimiento nos había unido y quizá hecho el uno para el otro, eran cosas que recordaría cada día de mi vida.

Las leyes del país también nos unieron, pero con aquellas tenía más recelo por lo que habíamos vivido, las respeté pero no las disfruté igual.

La fiesta en la playa se quedó con el puesto de lo más atractivo. Desde que llegamos en pleno amanecer, pude ver que era un lugar especial.

La fiesta comenzó por la tarde, cuando el sol brindaba una intensidad mayor, se fue desvaneciendo conforme pasaron las horas.

Muchas personas decidieron nadar, otras más solo se sentaron debajo de la gran carpa que se colocó.

La comida era deliciosa, desde los bocadillos hasta la coctelería endulzaron mis sentidos y el de todo aquel que lo probó.

La música era muy agradable. Esteban había contratado a la banda del momento. Él quería pagarles pero ellos insistieron en que lo hacían con gusto para agradar al héroe.

Así es, me había casado con un héroe mundial. Uno de los pocos presidentes que habían sido queridos después de su mandato.

Por eso querida Marín y querido Julián, ambos hijos míos. Les dejo está narración para que la lean cuando sean grandes y conozcan la historia de su padre, un verdadero héroe.

Esa noche decidimos consumar nuestro amor, mismo que al día de hoy mantenemos y con el que ustedes dos fueron concebidos... son el producto más grande de eso que nació entre nosotros y deseo que algún día lo experimenten con alguien así de especial.

Después del evento, pude besarlo de nuevo. Esa vez lo hice sin preocupación o remordimiento, lo hice sabiendo que era la persona perfecta para mí que sería el primer de muchos besos así.

Desde ese día la felicidad nos ha invadido completamente. Nos ha tocado vivir momentos malos, muchos de hecho. Pero nada se compara con el amor que se generó en nosotros después de poner nuestras vidas en riesgo juntos. Esa adrenalina, las sanciones que nos invadieron y toda la historia que ustedes ya conocen, nos hicieron tomar fuerzas cada vez que las cosas se ponían mal.

Su padre y yo llevamos muchos años juntos. Nos fuimos a vivir a una de sus casas que pudo conservar. A la primera en donde me llevó en aquella limusina después que sus hombres me raptaran. Fue lindo volver ahí y comprobé una vez más lo irónico de la vida.

Le hice varios arreglos a la casa, tenía que tener mi toque, fue un acuerdo que hicimos cuando lo chantajee al decirle que de no ser así, tendría que vivir con los traumas que me ocasionó todo eso. Él no se pudo resistir, me hizo caso y realicé la remodelación.

La sección de la sala, ahí donde me senté por primera vez y contemplé el hermoso color miel de las paredes, fue la indicada para decorarla con fotos de nosotros y de ustedes. Cada medio año agrego una foto de nuestras etapas. Al inicio de la pared coloqué una de mi padre y de mi madre, también de los padres de Esteban a los cuales conocí cuando se anunció nuestro compromiso. Después llené de fotos nuestras, empezando por la de nuestra boda. Consideré que desde ese momento empezaba nuestra vida. Después puse fotos de ustedes, sus nacimientos, cumpleaños, fechas importantes con nosotros. Lo hago con la intención de no solo almacenar nuestros recuerdos en la mente si no también plasmarlos en la casa. Siempre que hay visitas este lugar es el más llamativo, debe ser por el amor y dedicación que le pongo.

Ahora quiero que ustedes continúen la secuencia, fotos de ustedes y de los que vengan después. Quiero que les cuenten mi historia, su madre, la esposa de Esteban y quién alguna vez fue la novia del presidente.

 Quiero que les cuenten mi historia, su madre, la esposa de Esteban y quién alguna vez fue la novia del presidente

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Fin

Agradecimientos especiales a los maestros

La novia del presidente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora