Capítulo 19

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- Bien, será mejor que ahora me digas lo que quieres hacer. – dijo ella cruzándose de brazos.

- Yo.. quiero deshacerme de él. – contesté fríamente con algo de miedo, ¿Qué pasa si en realidad ella no está de mi lado?

- ¿Lo quieres matar? Que valiente. – replicó soltando una pequeña risa. – Sólo hay una manera para lograr eso, lo veo difícil si te soy sincera.

- ¿Y cuál es esa forma? – pregunté aún asustado. Un escalofrío me recorrió, empecé a dudar acerca de todo lo que estabamos hablando y su supuesta confianza, debía ser precavido.

- Hace no mucho una de las chicas que vivía aquí quería hacer lo mismo que tú.. Habló conmigo y con Erika debido a que éramos las más cercanas a Adler pero.. hicimos lo que pudimos y ella no logró su cometido. La humillaron en frente de todos y finalmente ella fué a la que eliminaron. – término de hablar con la voz quebradiza. – Si quieres lograr esto entonces no debes hacer lo que ella hizo..

Abrí mis ojos atormentado. Realmente no podía entender por qué Astrid me contaba todo esto, solo me metía miedo y cobardía, nada de eso me ayudaba. Tragué saliva y froté mis manos por el frío.

- A-Astrid, ¿Entonces cómo se supone que voy a lograr esto?

- Es fácil, si sabes a lo que vas entonces no tendrás que preocuparte por tu dignidad. – contestó ella con una sonrisa. – A Adler le gustan las mujeres fáciles, esas que se dejan hacer de todo sin poner límites. Con eso ya ganaste. El problema es.. que tú no eres mujer niño, ya sabes lo que le hicieron a Tom por haber coqueteado con un hombre.

- Ya lo sé.. pero debe haber alguna manera.. – dije cabizbajo. Empecé a creer que tal vez no podría cumplir lo que quería, que tal vez podrían acabar conmigo primero..

- Intenta. – replicó indiferente. – Dije que contabas con mi ayuda asi que eso voy a hacer, ayudarte. Pase lo que pase voy a asegurar que te salgas con la tuya.

La observé con más calma, ella sonrió con los labios juntos. Con la mirada, ella me indicó que entraramos nuevamente al antro detrás de la pared cubierta de grafitis de antes, yo acepté. Mientras ibamos de regreso ella habló.

- Adler está adentro, antes de que llegaras estaba con él pero se puso realmente idiota asi que me alejé. Revisa en el último grupo, allí se encuentran él, Joss, Erika y Kristin, son a los que más repetan de aquí. En ese mismo grupo estaba Tom pero pensaban rebajarlo por lo que sucedió hace unas noches atrás. Acercate y espera a que ellos te hablen, nunca lo hagas primero.

Entramos al antro con algo de dificultad debido a la gran cantidad de gente que se encontraba allí. Sentí que Astrid me sostuvo del brazo con fuerza y me guió hacia un costado del lugar para poder avanzar con rapidez. Al entrar con mayor profundidad al lugar, el olor a distintos tragos llegó a mis pulmones causando que se me dificultara respirar, se hizo aún peor debido a la densidad del aire, me sentí mareado, pero hice mi mayor esfuerzo en seguir caminando. Por más que intenté respirar apropiadamente, todo mi esfuerzo fue en vano cuando alguien que se encontraba fumando exhalo el humo del tabaco cerca de mi nariz haciéndome toser descontroladamente. Sin detenerse, la chica de cabello oscuro que se encontraba guiándome entre la multitud hizo que me agachara un poco.

- Como eres más alto todo el humo de los cigarrillos te llega directo a la cara, ten cuidado, siempre recuerda que todo eso se acumula cerca del techo, mantén la cabeza más agachada. – dijo ella con seriedad

La miré con el rostro deformado por disgusto, ella solo sonrió. Caminamos unos pasos más, yo aún con la cabeza agachada tratando de inhalar la menor cantidad de veces posibles con tal de no hacer que el humo entrara en mis pulmones otra vez. Astrid soltó mi brazo, yo me asusté por unos segundos debido a que el lugar en donde estabamos era bastante oscuro y me costaba ver con claridad. En ese momento, pude divisar a la chica de pelo oscuro hablando con el grupo que había mencionado unos minutos atrás. Adler, Joss, Erika y Kristin. Las chicas traían jeans ajustados acompañados de lindos cinturones plateados, zaparillas Nike y camisetas ajustadas que sólo tapaba una pequeña parte de su torso. En cambio, los chicos traían ropa ancha, no tanto como la de Tom pero se acercaba, además, traían lentes de sol, algo que me parecía muy idiota considerando el clima y el ambiente opaco en el que nos encontrabamos.

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