- Creo que tengo una idea, pero no lo sé.. – dije dándome la vuelta nuevamente hacia la ventana. Miré al cielo.
- ¿Qué cosa?
- Y si.. ¿Y si intento enamorarlo?
- Bill. – contestó Gustav entre risas. – No creo que sea una opción, ¿Qué no prestaste atención a lo que te dije? Abre los ojos.
- ¡Yaa! Pero tal vez no sea una idea tan loca, aunque, quizás no enamorarlo, si no que hacer que no sienta la necesidad de estar alerta cuando esté conmigo. – dije algo desanimado.
- No debes estar hablando en serio.. creo que esto de liberar a Tom te está dañando la cabecita. – replicó acercándose a mí y apoyándose de espaldas en el marco de la ventana, observándome. – Piensa antes de decir las cosas, ese tipo es peligroso y tú crees que llegando vas a hacer que se enamore perdidamente de tí como en una película y ¡Oh! Asesinado. – rió. – Además, ¿Crees que matar a alguien es algo tan simple? Estás enloqueciendo Bill, nada de lo que dices va a suceder.
- Pero.. – contesté cabizbajo. – Tengo que intentarlo.
- Claro que no, no vas a intentar nada Bill, deja ese mundo de fantasía y entra en la realidad. Tom ahora está en la comisaría y no tenemos idea de cuál podría llegar a ser su condena si es que no vamos a verlo. – hizo una pausa y miró por la ventana. – El tipo al que quieres asesinar es el lider de una banda de drogadictos violentos, gente enferma, Bill.
- Pero es que..
- Pero es que nada, no vas a ir a ningún lado además de la comisaría ¡A mi lado! No voy a permitir que te pase nada más.. incluso podríamos no ir a ver a Tom, tal vez podría ser mejor dejar todo esto atrás..
- ¡¿Estás loco?! ¡Yo no voy a hacer eso! No tienes idea de lo bien que iba todo entre nosotros.. – dije con un nudo en la garganta.
- Sólo te va a hacer más daño seguir involucrado con él, es mejor empezar a olvidarlo.. – contestó Gustav indiferente. Se enderezó sin ánimo y se dirigió a la puerta de la habitación. – Voy a estar en la cocina con mi madre, en un rato vengo a verte. – murmuró saliendo del cuarto.
Al soltar la puerta, la corriente de aire la empujó haciendo que se cerrara violentamente frente a mí, provocando un estruendoso golpe. Por alguna razón mi sensibilidad auditiva estaba extrañamente más sensible de lo normal, por lo que inconscientemente cubrí ambos oidos con mis manos. Cerré mis ojos con fuerza y caí de rodillas al suelo con angustia, me sentía muy débil derrepente y me causó preocupación, hacia unos minutos atrás no me sentía de esta manera, pero.. ahora estaba muy triste aunque.. no podía derramar ni una sola lágrima.
Puse mis manos sobre el suelo y me ayudé con ellas para ponerme de pié. Caminé hacia la ventana y miré hacia el jardín que no se encontraba muy lejos a pesar de que yo me encontraba en el segundo piso. No está tan lejos.. ¿Y si salgo por esta ventana? Nadie sabría.. No había forma de hacerle caso a Gustav, no podría olvidar a Tom de la noche a la mañana, no podía permitirme que Adler siguiera por ahí caminando cómo si nada. Me detuve un momento y miré hacia el armario en donde sabía que estaban mis cosas guardadas desde ayer. Debía hacerlo, no solo por Tom y yo, si no por la seguridad de Gustav. Adler lo conoce, lo obligó a hacer cosas bajo amenazas, no podía permitir que eso volviera a suceder.
Guardé algunas cosas en mi mochila y me la puse, aún seguía algo indeciso, no era una decisión tan fácil.. Irme de donde me han acogido con tanto cariño, dejar a mi mejor amigo, dejar los recuerdos de mi madre e incluso, dejar a Tom con tal de asegurarme de que ya no estará en peligro. Dejé de dar vueltas y me subí sobre el marco café claro de la ventana y me senté en él con las piernas hacia el exterior de la casa. Miré hacia abajo para ver mis posibilidades de agarre, me dí cuenta que justo abajo mío sobresalía un pequeño techo, era perfecto para apoyarme y luego saltar al pasto. Después de unos segundos lo pensé bien y me paré sobre aquél techo inclinado de tonos grises, me senté y luego me dejé caer sobre el césped sin problema.
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Yo invito | Toll
FanfictionBill es un adolescente que no tiene más que a su madre, una mujer alcohólica, y a su mejor amigo, Gustav. Un día deciden ir a un bar juntos, donde Bill queda completamente solo. De un momento a otro conoce a un chico que cambiará por completo su vid...