Capítulo 13

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  - No puede ser cierto.. – dijo Tom separándose de mis labios con un tono molesto.

- Está bien Tom, contesta.

Él agarró su teléfono y se detuvo a mirar el nombre del contacto que nos había  interrumpido. Sus ojos se abrieron un poco por la impresión, giró su cabeza hacia mí nuevamente y alzó su mano hasta mi boca en donde con uno de sus dedos me señaló que guardara silencio, yo le hice caso. Él contestó la llamada.

- ¿En dónde mierda estás? Quedamos en que ibas a recibir a los nuevos. – pude oir con interferencia del otro lado del teléfono mientras miraba a Tom.

- Estoy ocupado ahora mierda.

- Deja de creerte la gran cosa hijo de puta, mientras Adler no está yo tengo poder sobre tí asi que me haces caso. – dijo aquella voz masculina.

- Ya cállate Joss que me tienes lo huevos llenos, no eres nadie para mandarme, ¿No recuerdas lo que habló Adler con Erika? Tú deja de hacerte la gran cosa y recibe a los nuevos, no es tan difícil idiota. – dijo Tom finalizando la llamada. Él suspiró con fuerza y lanzó su teléfono sin ganas hacia el asiento del copiloto.

- ¿Qué pasó Tom? – le pregunté rodeando su cuello otra vez con ambas manos.

- No es nada, sólo un imbécil que cree que porque Adler lo protegió puede mandar a todo el grupo. – hizo una pausa y me miró. – Disculpa, Adler es como el lider del grupo que te conté, Joss es su protegido porque la policía le disparó hace unos días.

Me preocupé al oir esas palabras. Si a uno de los tipos que están en ese grupo le dispararon entonces a Tom le podía suceder algo parecido en cualquier momento. Me detuve a observar el rostro del chico ahora sin camiseta que se encontraba en frente mío y lo abracé nuevamente.

- Prometeme que no te pasará algo así..

- Tranquilo, Bill.. – respondió él abrazando mi cintura otra vez. – Prometo estar más alerta desde ahora.

Me alejé un poco de él y bajé mi vista para poder observar mejor su torso. Pude ver cada una de sus marcas con tristeza. Aún no podía creer todo lo que tuvo que pasar aquella noche en la que yo dormía tranquilamente..

- Ya cálmate niño, no están tan mal. – dijo soltando una risa algo triste.

En eso, alguien tocó la ventana con agresividad, fue tan derrepente que pegué un pequeño salto por la sorpresa. Pudimos ver a Georg con los ojos muy abiertos y el ceño fruncido junto a Gustav que se veía aún peor. Indicó con su mano que abrieramos la ventana.

- ¿Qué mierda quieren? – respondió Tom indiferente.

- ¡¿Iban a coger en el auto en plena vía pública?! – gritó Gustav desde atrás.

- Claro que no imbécil, solo estábamos hablando.

- ¿Hablando? Estás sin camiseta y Bill está sentado sobre tu pene, ¿Es broma? – dijo Georg entre risas.

- ¡No está sobre mi pene Georg, eres un puto depravado! – protestó Tom.

Me sentí realmente avergonzado por la manera en la que nuestros amigos nos encontraron, más aún por lo que pensaron que nosotros hacíamos. Derrepente ví como Tom cerró la ventana en la cara de Georg y Gustav y encendió el auto.

- ¡¿Tom?! ¡Espérate a que me siente! – grité desesperado, no sabía si iba a arrancar ya el vehículo.

- Está bien, te ayudo. – respondió él entre risas. Me agarró con ambas manos y me ayudó a sentarme nuevamente en mi lugar.

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