Insólito Enemigo

◤Capítulo. Nº 34◥

Pov.Narrador

Regulus se encontraba de camino a Londres, había logrado meter a la maldita de Stella al centro mental de donde no iba a salir, le había suministrado una poción especial que causaba alucinaciones, sus elfos se la administrarian por el resto de s vida, algo útil en esa criaturas el poder entrar a edificios protegidos, el ataque al pueblo donde residían ya era noticia mundial, Dumbledore no tendría idea de que estaba vivo, con ello podría buscar a su familia.

—Señor Black, su vagón privado es por este lado— Un joven con apariencia androgina lo estaba guiando por el tren, un servicio dirigido por squids, ningún mago importante estaba detrás de ese negocio por lo que pasaba de ser percibido.

—Muy bien, podría traerme la cena en una hora si no es molestia— El joven lo obsevo un momento antes de asentir.

—Necesita algo más, además de la cena, Señor— Dijo por protocolo, Regulus pensó un instante.

—Un supresor, siento que mi ciclo esta cerca— El joven parpadeo sorprendido antes de volver a asentir, salió del lugar en menos de un segundo, Regulus rodó los ojos con diversión al entrar a su vagón se puso cómodo al quitarse los zapatos y sentarse en un sofá.

Flash Back

Por fin después de un largo cortejo y un noviazgo adecuado, había llegado el momento de unirse a Rose, su hermosa prometida se encontraba parada en el pasillo adornado con flores y adornos en dorado con negro, los colores de la familia Black, Rose venia caminando lentamente, su cabello rojo peinado elegantemente en una trenza, sus vestido blanco estilo princesa, el velo con encaje y el ramo rosas rojas, la perfección encarnada.

Cuando llego hasta él, no pudo evitar sentir la emoción y felicidad desbordar por cada poro de su piel, Regulus extendió la mano para ayudarla a subir, quedaron frente al ministro de ceremonia, todo lo demás pasó a segundo plano cuando sus ojos se conectaron, los votos, la pregunta, el anillo, fueron pequeñeces previas antes de su primer beso como esposos.

La fiesta pasó como un rayo que Rose contará en otra ocasión, ambos salieron hacia el traslador que los llevaría a su destino de su luna de miel.

Arribaron justo en Barsthron, un pueblo cerca del bosque de las hadas del Oasis, una tierra con una gran energía mágica.

Al llegar entraron a su cabaña, era muy acogedora, Regulus como todo buen recién casado levanto a su esposa en brazos para cruzar el umbral, Rose sacó un gritito de emoción al ser alzada y recibir un beso posesivo de su esposo, pateo la puerta sin dejar de besar a su esposa y entró con ella hasta llegar a la habitación.

Rose observaba con mucho amor a su esposo, este se acerco con unas bebidas agradeciendo el gesto, el matrimonio no tardo en entregarse a la pasión (Rose cuenta detalles en el futuro), Regulus iba mostrando su criatura cada vez que avanzaban, sus colmillos perforaron el cuello de Rose, esta arañó su espalda al sentir la mordida, las emociones que se desbordaron venían de Regulus, cada una de ellas tan bella como la anterior.