Día 7

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Haciendo Cosplay  

El Santuario, que por lo general un lugar de seriedad y entrenamiento, estaba a punto de experimentar una sorprendente y colorida transformación. Hyoga de Cisne y Shun de Andrómeda habían decidido llevar a cabo una pequeña travesura que daría rienda suelta a su creatividad y sentido del humor. La idea de un día de cosplay en el Santuario había surgido en una conversación casual, y ahora estaban decididos a hacerla realidad.

Con la emoción en sus ojos, Hyoga y Shun revisaron su improvisado atuendo de cosplay. Hyoga, con su cabello rubio  y mirada seria, se encontraba vestido como un príncipe de cuento de hadas. Llevaba un traje blanco impecable con detalles en azul real, y su armadura de Cisne había sido adornada con delicadas gemas azules. Parecía haber salido directamente de un libro de cuentos clásicos.

Shun, por otro lado, exudaba encanto y gracia en su traje. Vestía un vestido verde claro y rosado, con detalles de encaje y una falda amplia que ondeaba con cada paso. Su cabello verde estaba suelto y enmarcaba su rostro gentil, y una pequeña coronita adornaba su cabeza. Aunque el atuendo era completamente diferente de su armadura de Andrómeda, Shun llevaba el traje con confianza y elegancia.

—¿Estás seguro que esto es una buena idea? —Shun preguntó con una sonrisa traviesa.

Hyoga asintió con solemnidad, pero sus ojos brillaban con un destello juguetón. —Por supuesto, Shun. Vamos a hacer historia en el Santuario con este experimento.

Ambos Caballeros caminaron por los pasillos del Santuario, llamando la atención de otros Caballeros con sus inusuales atuendos. Algunos los miraban con sorpresa, otros con risas discretas, pero todos parecían deleitarse con la desviación momentánea de la rutina. A medida que avanzaban, Hyoga y Shun no podían evitar reírse entre ellos, disfrutando de la diversión que estaban compartiendo.

El sol iluminaba el jardín del Santuario cuando llegaron, y decidieron detenerse para tomar algunas fotos. Hyoga posó con elegancia, sosteniendo su mano en un gesto digno, mientras Shun se inclinaba suavemente y alzaba la vista con una expresión soñadora. La cámara capturó momentos cómicos y encantadores, y pronto estaban revisando las fotos y riéndose juntos.

—Creo que hemos logrado hacer historia en el Santuario después de todo. —Comentó Shun con una risa.

Hyoga asintió con una sonrisa. —Quién hubiera pensado que el frío Caballero de Cisne estaría posando como un príncipe en el jardín.

Después de un rato, se dirigieron hacia el estanque, donde se sentaron en un banco junto al agua. El viento suave jugaba con sus trajes y el sol se desvanecía lentamente en el horizonte.

—Esto ha sido más divertido de lo que esperaba. —Admitió Hyoga, mirando su reflejo en el agua.

Shun asintió, su mirada perdida en el horizonte. —Es un recordatorio de que, incluso como Caballeros, también somos individuos con gustos y pasatiempos únicos.

Se sumieron en un cómodo silencio, disfrutando de la tranquilidad del momento y de la compañía del otro. A medida que las estrellas comenzaron a aparecer en el cielo nocturno, se dieron cuenta de que su día de cosplay había sido una forma refrescante de relajarse y conectarse de manera diferente.

Finalmente, Shun rompió el silencio con una risa suave. —¿Crees que el Patriarca nos reprenderá por esto?

Hyoga sonrió, inclinando la cabeza en dirección a Shun. —Si lo hace, al menos lo haremos con estilo.

Rieron juntos, sabiendo que habían creado un recuerdo especial que atesorarían en los días venideros. Mientras el Santuario continuaba siendo el epicentro de la lucha contra el mal, Hyoga y Shun habían demostrado que incluso en la adversidad, siempre había espacio para el amor que se tenían, la diversión y un poco de aventuras inesperadas.

30 días con Hyoga y Shun. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora