30 días con Hyoga y Shun. (TERMINADA)

Día 15

Declaración.  

El sol comenzaba a ponerse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos y dorados. Hyoga y Shun caminaban juntos por la orilla del lago, disfrutando de la paz que la naturaleza les ofrecía. Había pasado un año desde que habían regresado de su viaje al pasado, un año lleno de entrenamientos y aventuras que habían fortalecido su vínculo de amistad.

Desde su regreso, Hyoga había notado un cambio en la forma en que veía a Shun. Había comenzado como un sentimiento confuso, una sensación extraña en su pecho cada vez que lo miraba. Pero con el tiempo, había llegado a comprender lo que estaba sintiendo: se estaba enamorando de su amigo.

El viaje al pasado les había mostrado a Shiryu y Seiya en medio de un apasionado romance, y eso había influido en Hyoga de alguna manera. Ver a dos de sus compañeros de bronce vivir su amor libremente había despertado algo en él, algo que no había experimentado antes. No sabía si Shun sentía lo mismo, pero no podía mantener sus sentimientos ocultos por más tiempo.

Esa tarde, mientras entrenaban juntos en el campo de entrenamiento de la Isla Andrómeda, Hyoga decidió dar el paso. Habían estado practicando sus movimientos de combate, pero su mente estaba en otra parte. Cada vez que cerraba los ojos, veía a Shun sonriendo, ya fuera en el campo de batalla o en cualquier otra situación. Y todas esas imágenes le gustaban.

Finalmente, cuando el sol se ocultó por completo y las estrellas comenzaron a brillar en el cielo, Hyoga se detuvo y miró a Shun con determinación. El viento soplaba suavemente, moviendo las hebras doradas de su cabello.

—Shun —Comenzó, sintiendo un nudo en la garganta, "hay algo que necesito decirte".

Shun se detuvo también y lo miró con curiosidad en sus ojos amables. —¿Qué pasa, Hyoga?

Hyoga inhaló profundamente antes de continuar. —Desde que volvimos del pasado, he estado sintiendo algo... algo que no puedo ignorar más. Shun, estoy enamorado de ti.

El corazón de Shun dio un vuelco al escuchar esas palabras. No había esperado una confesión como esa. Durante el último año, también había sentido un cambio en su relación con Hyoga, pero no había sabido cómo interpretarlo. Ahora, las palabras del Caballero de Cisne lo habían dejado sin aliento.

Hyoga continuó, sus ojos azules fijos en los de Shun. —No sé si sientes lo mismo, pero no podía guardar este sentimiento por más tiempo. No importa si solo somos amigos, pero necesitaba que lo supieras.

Shun se acercó a Hyoga, una sonrisa suave en sus labios. Tomó su mano con ternura. —Hyoga, yo también he sentido algo especial desde nuestro regreso del pasado. No sabía cómo decirlo, pero también estoy enamorado de ti.

El alivio inundó los ojos de Hyoga mientras miraba a Shun. Entrelazaron sus dedos, sellando su compromiso tácito el uno con el otro.

—Entonces, ¿significa esto que somos...? —Hyoga comenzó a preguntar.

Shun asintió, interrumpiéndolo con un suave beso en los labios. —Sí, Hyoga. Significa que somos novios.

La sonrisa que se formó en el rostro de Hyoga no podía ser más brillante. Había tomado un riesgo al confesar sus sentimientos, pero la recompensa había sido mucho mayor de lo que había esperado. Se sentía más feliz que nunca, sabiendo que tenía a Shun a su lado.

Pasaron horas bajo las estrellas, hablando sobre su futuro juntos y compartiendo historias de su viaje al pasado. Había una nueva chispa en su relación, una chispa de amor que los unía de una manera más profunda.

Finalmente, cuando la noche estaba en su punto más alto, decidieron retirarse. Se dirigieron a sus habitaciones, pero antes de separarse, Hyoga tomó a Shun de la mano una vez más.

—Te quiero, Shun. —Dijo con sinceridad.

Shun le sonrió dulcemente. —Y yo te quiero a ti, Hyoga.

Se dieron otro beso antes de separarse para descansar. Ambos sabían que había un largo camino por delante, lleno de desafíos y batallas, pero lo enfrentarían juntos, como novios y como amigos. Habían encontrado el amor en medio de la guerra, y eso los hacía más fuertes de lo que jamás habían imaginado.