30 días con Hyoga y Shun. (TERMINADA)

Día 30

Algo subido de tono.

Hyoga y Shun como dos caballeros de oro, eran personas muy ocupadas, y su diario vivir estaba lleno de estrés, golpes, cicatrices, esfuerzo, sudor, sangre y mucha fuerza de voluntad.

Pero para ellos dos el esfuerzo realizado, el dolor en sus músculos, en cansancio casi diario no era nada para ellos cuando estaban juntos, porque la fuerza del amor para ellos lo era todo y su amor era más que suficiente para afrontar la vida juntos.

Sin embargo, Hyoga y Shun tenían esos momentos en donde el estrés y el cansancio mental, podía con ellos, en días como esos, lo mejor que ambos podían hacer era darse un baño, pero este día sería diferente.

Hyoga fue el primero en terminar el entrenamiento de ese día, entrenar para ser el santo de acuario, no era fácil pero el consuelo de Hyoga, es que al final del entrenamiento el podía ver a Shun y estar juntos lo que quedaba de día, con esa idea en mente, Hyoga, se quito su armadura dorada, por partes, con total tranquilidad y al hacerlo, camino hasta la ducha, en donde se daría una ducha, para descansar sus adoloridos músculos.

Lo que Hyoga no imaginaba es que Shun tenía otros planes, para ellos, Shun, extrañaba a Hyoga de mil maneras posibles, amaba la sensación que le daba tocar su piel, con la de Hyoga, amaba sentir el calor de Hyoga, amaba sus respiraciones y amaba todo de el, y Shun no se quedaría con las ganas, hoy no sería ese día.

Shun llegó al templo de Acuario y por el ruido de las gotas de agua cayendo, supo que Hyoga se estaba dando una ducha, cosa que Shun iba a usar a su favor. Shun entró al baño y Hyoga gracias al entrenamiento que estaba recibiendo supo que Shun había llegado, por aquello sonrió y invitó a entrar a Shun a la ducha con el.

Ambos jóvenes amantes ya estaban en la ducha y ambos acariciaban el cuerpo del otro, todo lo que querían con la excusa de que estaban enjabonando y limpiando el cuerpo del otro; los suspiros y gemidos no se hicieron esperar cuando esas caricias se hicieron más intensas y evolucionaron a besos, terminando así ambos con más de una parte de sus cuerpos despierta.

Ambos aspirantes a santos de oro, sabían lo que esas caricias y besos habían causado en ellos, por eso ambos apoyaron su frente en la del contrario y con su mano dominante comenzaron a tocar sutilmente la masculinidad del contrario, los gemidos por parte de ambos no se hicieron esperar, aun así eran opacados por las gotas de agua cayendo sobre sus cuerpos.

En algún momento de esas caricias y besos, los dedos de Hyoga terminaron dentro de Shun y estos se encargaban de preparar a Shun para algo mucho más grande, aun así cuando Hyoga y Shun estaban a punto de venirse a ambos, Hyoga con cariño volteo a Shun, quedando este ultimo dándole la espalda a Hyoga, el rubio inclinó con suavidad a Shun y con cuidado se abrió paso entre la piernas de Shun, sacando así un gritito satisfecho de los labios de Shun.

Hyoga espero unos segundos para que Shun se acostumbrara y cuando el mas joven de ambos, estuvo listo se lo hizo saber a Hyoga moviendo su cintura en circulos, causando que Hyoga no se contuviera mas y comenzara a moverse, sin avisarle al contrario, Shun se sentía satisfecho, había logrado su cometido y más importante aun, Hyoga estaba con el y lo estaba haciendo sentir maravilloso.

Mientras que Shun se sentía en el cielo, Hyoga lo tomo de las caderas y apretaba estas con fuerza dejando marcas sobre estas, Shun queriendo mas, empezó el mismo a masturbarse, obteniendo así más placer, causando que sus paredes internas se contrajeran, exprimiendo hasta la ultima gota de semen de Hyoga, quien fue el primero de los dos en venirse, seguido unos minutos después por Shun quien se vino con un fuerte suspiro, que hizo sonreír a Shun.

Hyoga permaneció unos minutos más dentro de Shun, mientras ambos regulaban sus reparaciones, cuando estas ultimas volvieron a la normalidad, Hyoga salió con cuidado de Shun y este soltó un ligero gemido por la perdida, sacando una risa sincera de los labios de Hyoga.

La feliz pareja, ahora se encontraba más relajada y alegre, después de su entrenamiento, ambos amantes, esta vez si se dieron un baño, sonriendo y robándose besos que esta vez no tenían una segunda intención.

Cuando salieron de la ducha, se encargaron de secar el cabello y cuerpo del otro, ambos decidieron no dormir con ropa esa noche y cuando ambos se fueron a la cama, las dos amantes se recostaron uno al lado del otro, o al menos así fue hasta que Hyoga se fue quedando dormido que Shun aprovechó para recostarse encima de Hyoga y estar junto a el en todo momento en lo que quedaba de noche, Shun se pasó una manta por encima, cubriendo así a ambos del frio de la noche, Shun empezó a escuchar la respiración de Hyoga, convirtiéndose esta en un arrullo para Shun, sucumbiendo así al sueño, Hyoga entre sueños, puso unas de sus manos sobre la espalda de Shun, quedándose así ambos dormidos, disfrutando de la noche, en los brazos del otro, demostrando así lo mucho que se amaban y complementaban.