Día 10

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Con orejas de animales.

La oscuridad del sueño envolvió a Shun mientras caía en un mundo de ensoñación. Se encontró en un lugar desconocido, rodeado por una niebla tenue. De repente, un gato de pelaje azul hielo apareció frente a él, frotando su cabeza contra su pierna. Shun parpadeó sorprendido, reconociendo el pelaje y la mirada profunda de Hyoga.

-Hyoga... ¿eres tú?" -Murmuró Shun, agachándose para acariciar al gato.

El gato asintió con la cabeza, sus ojos azules fijos en los de Shun. De repente, comenzó a emitir un brillo suave y, para la sorpresa de Shun, se transformó en Hyoga. Pero había algo diferente: tenía orejas de gato y una cola esponjosa.

Shun no pudo evitar reír suavemente ante la visión sorprendente. -Hyoga, ¿qué te ha pasado?

Hyoga miró sus orejas y cola con una mezcla de sorpresa y diversión. -Parece que este es mi nuevo aspecto en este sueño.

Justo en ese momento, se oyó un ruido y, de la nada, apareció Ikki, sonriendo y saludando alegremente a Shun. Hyoga, con su nueva apariencia, frunció el ceño y su cola se erizó un poco.

-¡Hola, Shun! ¿Cómo estás? -Dijo Ikki, dirigiéndose a Shun con confianza.

Hyoga se puso rígido y miró a Ikki con una mirada de desconfianza. Shun notó el cambio en su expresión y decidió intervenir antes de que las cosas se pusieran tensas.

-Ikki, te presento a Hyoga en su nueva forma de gato humanoide. -Dijo Shun, tratando de contener su risa ante la expresión de sorpresa en el rostro de Ikki.

Ikki se quedó boquiabierto por un momento antes de soltar una risa nerviosa. -¡Wow, esto es inesperado! Hola, gato Hyoga.

Hyoga dejó escapar un gruñido bajo antes de mirar a Shun con una mirada herida. Shun entendió al instante la incomodidad de Hyoga ante la presencia de Ikki y decidió actuar.

Caminó hacia Hyoga y lo abrazó suavemente, acariciando su cabeza. -Está bien, Hyoga. No tienes que preocuparte por Ikki. Estoy aquí contigo.

Las orejas de gato de Hyoga se relajaron y su cola dejó de estar tensa. Cerró los ojos y se inclinó hacia el abrazo, encontrando consuelo en el tacto de Shun.

Mientras Shun sostenía a Hyoga, miró a Ikki con una sonrisa suave. -Ikki, entiendo que quieras pasar tiempo conmigo, pero en este sueño, estoy con Hyoga. ¿Podemos hablar más tarde?

Ikki asintió, visiblemente sorprendido por la situación. -Sí, claro. Hablaremos más tarde entonces.

Shun sonrió y miró a Hyoga. -Gracias por entender, Hyoga.

Hyoga abrió los ojos y le devolvió la sonrisa. -Siempre, Shun.

La tranquilidad y la comodidad llenaron el sueño mientras Shun y Hyoga seguían abrazados. La presencia de Hyoga, incluso en su forma de gato humanoide, lo hacía sentir seguro y amado. La figura relajada de Hyoga descansando sobre su pecho era reconfortante.

Finalmente, Shun se despertó con la sensación cálida de Hyoga durmiendo sobre su pecho en la vida real. La luz del amanecer se filtraba por la ventana, iluminando la habitación. Shun acarició suavemente el cabello de Hyoga, admirando su expresión serena mientras dormía.

Una sonrisa se formó en el rostro de Shun mientras recordaba su sueño. -Hyoga, con o sin orejas de gato, eres uno y eres mi gato consentido.

Con ese pensamiento en mente, Shun se quedó observando a Hyoga dormir, agradecido por la relación que compartían y por los momentos de amor y conexión que compartían, ya fuera en los sueños o en la vida real.

30 días con Hyoga y Shun. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora