"Me jodiste la vida" [Alex Kidd x Sonic]

Vaya plática absurda

Jueves 9 de noviembre, 21:00

La tienda ya habia cerrado hace 3 horas pero yo me quedé adentro.

Habia permanecido mirando a la nada. Me sentía incómodo ante el recuerdo de la mañana, y tampoco quería salir. Era como si estuviera esperando algo.

O alguien...

O talvez estaba abrumado ese dia o...

-MALDITA SEA NO PIENSA VENIR?!

Tenía que admitirlo, estaba esperando a que Sonic llegase. No podía creer que se hubiera ausentado por 1 semana entera.

Quizá fuera molesto pero el no verlo era un cambio en la rutina y eso hacía que me estrese.

Y ya me estaba afectando.

-¡Ese desgraciado erizo! ¡Incluso con su ausencia me sigue fastidiando la existencia! ¡Lo odio!

Me levanté de dónde estaba y me dirigí a la puerta, pero justo cuando salía...

Sí señores, ahí estaba él llegando.

-¡¡Sonic!!.- Abrí la puerta para que entrase. Estaba ligeramente alegre de verlo.

-¿Alex? estás cambiando ¿eh?

Lo sujeté del brazo y lo empuje dentro, para luego cerrar las cortinas.

-¡Idiota te van a reconocer ahí fuera! ¿Acaso no tienes cerebro? ¡Haz el favor!

-¡Bueno, Alex! ¡Que sorpresa!

-Ninguna sorpresa maldito, ¡te extrañé! ¿¡Donde carajo te habías metido?! ¡Perdona lo de la mañana casi llego tarde aquí y por eso me fui sin más! ¡Te extrañé desgraciado, te extrañé!

Sonic me veía preocupado.

-¿Alex tienes fiebre? Estás delirando... o es que acaso... ¿me quieres?

Le metí un puñetazo.

-¿¡Acaso te programaron para ser siempre tan coqueto!? Ni de chiste te voy a llegar a querer.

-Bueno! Pensé que sí ya que... bueno, estas actuando muy raro...

-Ah si?.- Me di cuenta de lo que había hecho.- perdón es que me estresa tu ausencia.

-Ja! Lo has confesado! No puedes estar sin m-

-Sí puedo carajo! Quien te has creído?! Lo que pasa es que...

No sabía que pasaba.

-Te has quedado callado, eh?.- Me dijo, justo cuando llegue a una conclusión.

-...necesito sentir que a alguien le importo.- Solté sin pensarlo

-¿¡Que has dicho?!

-¡No lo pienso repetir!

-Alex...

Mis ojos estaban llorosos. No, no podía permitirme llorar delante de él...

-¿Estas bien, cariño?.- me dijo, y secó las lágrimas que empezaban a brotar.

-No me toques.- le dije, apartando su mano de mi cara. Tenía la voz temblorosa. Y él estaba preocupado por mi.

Me sentí peor al rechazarlo.

Ahora quería que se aparte de mi vista.

-Lárgate.- Le dije, pero como él es un terco sin remedio no me hizo caso.

Sin embargo, estaba en el fondo agradecido por que el se quedase.

Me miró fijamente y permanecimos en silencio durante unos segundos.

-¿Ya estas mejor, Alex?

-Gracias.- dije casi en automático

-No hay de que.- Me dijo confundido.- ¿estas mejor? paso algo? Te noto diferente... seguro que no tienes fiebre?

Puso su mano sobre mi frente, la cual yo aparté lo más rápido posible (¿siquiera nos podemos enfermar?)

-No estoy enfermo! Y te he dicho que no me toques! Por si acaso, no, tampoco te quiero! Eres odioso, estresante y te detesto!

-Umm... pero realmente no te he hecho nada... ahora que lo pienso, tu actitud es injustificada, Alex.- me dijo el muy creído.

-¿Qué?

-Lo que oiste Alex, estas siendo muy inmaduro, yo realmente no tomé tu puesto, no tienes excusa para decirme eso.

-Eres un puto acosador.

-Ah, pero... te gusta no?

-¿Qué? ¿Cuando dije eso?

-Dijiste que te hacia sentir querido o algo así.

Permanecí en silencio. Eso que el decía... era cierto.

-Pero Sonic, deja de hacerlo. No esta bien espiar a la gente. Además de que, te necesitan en Sega, no puedes estar aquí conmigo descuidando tu trabajo... De hecho deberías irte Sonic. No debes perder tu tiempo conmigo. Es por el bien de Sega. Por favor, se un buen representante para tu empresa.

-Nuestra empresa. Alex, sigues siendo parte de Sega.

-Pero ellos no me quieren ahí.

-Puede que no pero... si de mi dependiera... estarías todavía con nosotros.

Solté otra lágrima y sentí mis mejillas sonrojarse.

-¿En serio?

-Sí Alex. Muy en serio. Jamás jugaría con algo tan serio como eso.

-Uhm... si tu lo dices.

-Ven aquí.

Yo no supe como reaccionar. Sólo paso.

Él me abrazo. Y bastante rato. Parecía no querer soltarme. Y yo no sabía poner resistencia.

No estaba seguro de porqué pero... era agradable.